Como siempre, mi gran cuñado y yo haciendo de las nuestras, en esta ocasión por El Campello.
A las 08,00 horas, desayuno mañanero para no despertar a la familia en un bar de carretera, ruta de siete kilómetros hasta que con el barro y mis ansias reventé, pero bien reventado, mi cambio trasero y bajada hasta el pueblo con la fuerza de la gravedad y los empujones de Sergio.
4 Euros para desatascar de barro las bicicletas, un policía local de el Campello que es oriundo de El Bonillo que nos dice que a las 10,00 horas hay una carrera popular de 10 km. con 1000 participantes y nosotros que sin dorsal ni inscripción la hacemos en 47,30 (en mi caso, no corría desde hacía dos o tres años, ahora parezco robocop de las agujetas). Coca cola gratis y revueltos en el puerto.
Vuelta al bar de carretera y almuerzo en familia con un bocata de atún con tomate y mahonesa. Ah, que lo olvidaba, y emsamblaje de coches pues mi cuñao se ha quedado sin batería. ¡Que más se puede pedir de una mañana de bicicleta de una persona como yo, con mi cuñao Sergio¡