Diez horas para llegar con las bicicletas Fran, Antonio de Cieza y el que suscribe tras luchar contra los elementos, diez horas de pedaleo, charlas y silencios.
Antonio de guía de excepción en la segunda parte del recorrido y además, guía providencial sin cuya ayuda y ánimos, la ruta no hubiese sido como ha sido.
Mi padre, José María, como esa persona que sin cuya ayuda no hubiese sido posible, pues su ánimo y participación ha sido clave a la hora de poder organizar este día.
Una gran preparación por parte de Fran y el que suscribe en la que no hemos hecho "nada de nada" para afrontar lo que teníamos por delante. Gracias a la suerte, la providencia y nuestras fuerzas.
Saludos a un perro llamado "Cabrón" y a su dueño con el que hemos podido pasar un agradable rato en un parquecillo mientras repostabamos nuestros bidones.
Hoy ha sido sin duda, "Otro gran día de bicicleta". La próxima y seguro que será, Albacete-Ciudad Real por los pueblos de la llanura manchega en la primavera del 2012.
La ruta parte camino de Chinchilla por trazados ya conocidos para llegar hasta Pinilla por el antiguo camino de Cartagena. La subida es constante pero sin casi pendiente para una larga bajada hasta Pinilla.
Tras la aldea y durante un par de kilómetros llegamos a la aldea de Santa Ana y en continuo descenso hacia la aldea de Aljubé por tierras tobarreñas. A continuación y por caminos de huertas y frutales llegamos a los aledaños de la laguna de Alborag.
Pasado el desvio de la laguna, los montes hellineros para terminar haciendo la subida dell Tolmo de Minateda en dura subida por trazado de la carrera de Hellín de pasadas ediciones para dirigirnos a la zona de las Minas.
Cuidado con la subida con dura pendiente y rocas pues en la bajada camino Agramón, nos desviamos a la derecha para tomar caminos en dirección "Ruta de Anibal" y subida por las cuestas de montañas que hace un año eran un vergel para estar a día de hoy calcinadas, en fin...
Bajamos con cuidado de las piedras sueltas y pisteamos camino de las Minas para cruzar el río en dirección Salmerón. Tomamos el camino que nos conducirá por lo estrecho del valle hasta la Estación de Calasparra. Cruzamos el paraje de arrozales camino de Calasparra. Después, para descansar, carretera asfaltada en larga bajada y luego subida en dirección Calasparra. Cruzamos el pueblo y subimos en dirección Valentín para tomar un desvío que nos llevará camino de los llanos de Cagitán pasando por los antiguos baños de Gilicio.
A partir de aquí y con Antonio de Cieza como guía, saltaremos un tremendo estrecho con nacimiento de agua y todo y comenzaremos a salvar a nuestro favor el desnivel pendiente de recuperar para tomar la vía verde de la antígua vía del tren que nunca pasó y lo haremos por varios pueblos.
A la altura de pueblos próximos a Murcia, tomaremos la ribera con carril bici y todo y terminaremos, si las obras nos dejan, por finalizar nuestro recorrido en la capital murciana que nos recibirá cansados pero contentos de haber podido finalizar con éxito este recorrido.
No tiene mucho desnivel pero cuidado con el viento en tierras albaceteñas y las cuestas de Hellín y los Donceles, pués luego pasarán factura en las subidas de Calasparra y la salida del Valle previo a la vía Verde.
No hacerla tras días de lluvia pues los Llanos de Cagitán, según Antonio, son una encerrona de barro pegajoso.