El amigo Nacho se estrena como diseñador de rutas y lo hace por la puerta grande, pues si la cosa pintaba bien, él ha sido capaz de mejorar un trazado que de por si, prometía y bastante, más aún con los impresionantes toboganes que ha añadido y que hemos esperado toda la mañana.
Con Nacho y Fran hemos podido pedalear hasta lo alto de la dorsal murciana montañosa y disfrutado de las vistas de Sierra Espuña Nevada, la capital murciana en la parte de abajo y un presumible mar escondido por la bruma.
Mientras en Albacete seguimos con ese espantoso frío invernal, en esta ruta hemos disfrutado de la equipación corta con manguitos, lo que nos ha venido de perlas.
Buscabamos lo de siempre; subidas, bajadas, sendas, trialeras, toboganes y lo que hiciese falta y todo eso y más lo hemos podido encontrar.
Para terminar y como dice mi amigo Fructuoso, "en todos los sitios de Murcia se come bien" y hemos degustado al final de ruta a precio de menú una paella de marisco que muchos bien quisieran disfrutar en los mejores restaurantes.
Pues nada, otra ruta a la saca y a esperar otro gran día de bicicleta. Sin lugar a dudas, somos afortunados.
Lugar totalmente nuevo para nosotros y con ilusión teniamos proyectado
ir un día de estos que finalmente fue un día de duro invierno manchego
que en tierras murcianas es un fresco y luego cálido día.
De esta manera examinamos esta carrera para hacerla en su totalidad.
Nacho que conoce el terreno quería hacer pequeñas y grandes
modificaciones y el resultado, bajo mi punto de vista ha sido
espectacular.
Primero porque cambia el sentido en el segundo bucle al pasar el puerto
de la Cadena, con ello podemos hacer las mejores sendas en el sentido
más apropiado para su disfrute.
Luego añade un tramo en la parte intermedia donde coloca unos toboganes
en ambos sentidos bastante entretenidos.
Suprime un bucle que con el total de la ruta no tiene gran aporte y
seguimos el track sin tener que bajar y subir bruscamente.
El recorrido es muy bueno, con partes buenas, otras mejores y un tramo
un poco pestoso en mitad de un secarral, pero en su conjunto es una
maravilla.
Subidas y bajadas y sendas con un final apoteósico donde terminar
subiendo hasta el último momento y haciendo sendas que llegarán a
saturarnos.
Eso sí, la escasa presencia de fuentes salvo el restaurante de arriba
para reponer agua marcarán la tónica, debiendo llevar agua en
abundancia.
Por la pinta que tiene el clima en verano, creo que es mejor no hacerla
con altas temperaturas.
Lo dicho, toda una experiencia.
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