Por fin entra en casa el primer trofeo de atletismo conseguido por el equipo de atletismo de nuestra hija, esa mujer de largas piernas que con tranquilidad y grandes zancadas avanza con paso firme en la vida. Además es un trofeo que ha conseguido junto a su equipo y que mejor premio a realizar un deporte todos unidos que una buena copa.
Me siento orgulloso y contento, más que si fuese mío porque la alegría del premio es la de unos padres que viven por y para sus hijos.
Ahora a seguir corriendo que todo llega.
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