domingo, 11 de febrero de 2018

50KM CHINCHILLA. RECORRIDO POR EL CASCO HISTÓRICO Y UNAS CUANTAS SENDAS

En ocasiones madrugar tiene su recompensa. Que lo hagas para trabajar es necesario pero por gusto, por placer, para hacer deporte en ocasiones cuesta, no nos vamos a engañar, pero puede tener su recompensa de diversas formas.
A veces, hacer pocos kilómetros no compensa para haber madrugado tanto, pero si resulta que son pocos y muy buenos, te queda un buen recuerdo, no por mucha cantidad es mejor.
De vez en cuando, tener un compañero de ruta hace que la ruta sea mucho mejor y si te dedicas a pasarlo bien y ver quien puede y quien no puede y todo con buen rollo, pues mucho mejor.
Si haces turismo por Chinchilla, hazlo cuando todos duermen y recorre las calles del pueblo con tranquilidad y sin hacer ruido. Recuerda que sus ordenanzas municipales prohiben el paso de las bicicletas, patinetes y otros útiles para hacer cabriolas por escaleras y otros lugares y si por estos lugares pasas, hazlo bajado de la bicicleta como hemos hecho en el día de hoy y si por casualidad fuese subido, que sea por el mero hecho de pasar sin buscar el artificio y espectáculo.
Con la lluvia y la nieve el suelo mojado es pegajoso y mejor hacer el recorrido cuando la temperatura es de congelación pues en caso contrario acumularás barro.
El almuerzo en el Emporium sigue siendo la referencia y ese bocadillo de panceta a la brasa en mitad de la competición por ver quien habla más fuerte, rodeado de amigos de ayer, hoy y siempre, todos vestidos e uniformados de ciclistas no tiene precio.
Luego a casa donde tenemos lo que más queremos.








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