Hace unos diez años más o menos tuve noticia de Villalpardo por un compañero de trabajo oriundo del lugar, el amigo Adrián, y me habló de una rambla interminable, la de San Pedro. Con solo eso me dispuse a desplazarme y realizar una primera ruta de otras tantas a las que se sumarían sendas de Villarta, Villamalea e incluso Casas Ibañez en un trazado de 100 kilómetros de sendas.
Desde hace unos años las sendas de toda la vida se han ido degradando con tanta DANA que al final, algunos tramos son más salvajes que aventureros. Gracias a Dios que el talento de las gentes del lugar y cercanías han dado vida a otras tantas sendas con las que poder disfrutar de estos vallejos que nos bajan y suben a orillas del Cabriel.
Hoy se trataba de hacer una ruta probando un tramo que no me ha dejado nada indiferente sumano ininterrumpidamente casi 20 kilómetros de sendas más un poco de pisteo y luego, otro buen par de sendas.
El café con leche del inicio sin dudarlo en el bar Sheriff con esas mádalenas caseras que allí tienen y que te hacen tomarte la ruta con alegría. Al final, una buena cerveza con tapa en forma de cascos de patata asados con un poco de pimentón. Muchas gracias a sus responsables que tan bien me tratan y me hacen sentir tan a gusto.
Y como no, así que termine de publicar esta ruta me pondré a trazar la siguiente que será con más sendas para pasar todo un día de bicicleta en un entorno impresionante.
Y es que a veces no hace falta irse al fin del mundo para buscar lo que tenemos al lado de casa.
Sin lugar a dudas, UNA GRAN MAÑANA DE BICICLETA.
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