En esta ocasión volvemos en poco tiempo por segunda vez a Sierra Espuña a disfrutar de un nuevo recorrido con sendas ya conocidas y otros tramos no conocidos. Sin lugar a dudas, Sierra Espuña no defrauda.
Dicen que segundas partes no son buenas, aunque está lo ha sido, incluso dicen que no hay dos sin tres, pero con tanto dicho, quien me conoce sabe que ya son unas cuantas veces las que he podido acudir a Sierra Espuña.
El amigo Carlos se ha estrenado en estos lares con ese calor que solo hace por este territorio pimentonero donde conforme pasan los kilómetros vamos acumulando cansancio y calor. Debemos llevar bastante agua, aunque digan que el agua de la fuente del Hilo y la de la Perdiz no es potable, en caso de encontrar los restaurantes cerrados siempre relleno el agua en estos lugares y hasta el día de hoy no ha pasado nada. Claro, es que en una ruta como esta el consumo de agua llega a casi los seis litros y eso no es moco de pavo.
Recortaremos la ruta para terminar a las 14.30 en el Jarro de Oro donde poder degustar su maravilloso y económico menú con ensalada, arroz con verduras magrosico, conejo en escabeche y unas natillas fabulosas, café, un poco de descanso y charla y vuelta a casa.
En Sierra Espuña, siempre ES UN GRAN DÍA DE BICICLETA.
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