Ruta corta pero intensa pues sus casi treinta kilómetros esconden casi ochocientos metros de desnivel y eso no es moco de pavo. Por ello, mejor ir con precaución que en algunos puntos se deberá poner el pie en tierra por lo exagerado del desnivel que le hace bastante atractiva.
Desde el mirador muy buenas vistas y la bajada bastante rápida con un par de repechos.
El final con el paseo junto al río le hace ser casi idílica, pero la subidita, tela marinera.
Llegamos a Cangas en coche bajando el puerto del Pontón por una carretera nacional bastante peculiar puesto que al descender junto a ríos y pasar por un par de desfiladeros, en ocasiones es sumámente estrecha y con una pendiente contínua bastante interesante.
Por ello, una de las rutas en bicicleta sería subir al puerto y bajarlo lo que serían unos ochenta y tantos kilómetros, casi la mitad en subida y la otra mitad en bajada.
Se puede hacer en su totalidad en bicicleta de carretera, paisajes impresionantes mientras subes con tranquilidad y sin grandes esfuerzos, por este motivo la ruta sería de dureza media.
Pero claro, encontré la subida a Casielles, el mini Alpe d'Huez y claro, la cabra tira al monte. Esta subida es mejor con gravel o montaña y por ello, la dureza se sube a difiicil pues cada curva es un logro más camino de la pequeña iglesia que la corona.
El GPS pierde señal y sale loco, la subida total creo que serán unos 1700 metros más o menos.
Sin lugar a dudas, una ruta agradable y con una bajada bastante interesante.
Años esperando este momento en el que podía emular pero muy de lejos épicas batallas vividas en el sofá de casa viendo a mis grandes héroes ya retirados del ciclismo. Claro, han pasado los años para todos y en la madurez tengo mi oportunidad. La cosa está clara, el reto es poder subir, con eso basta.
Y vaya que basta con tan solo subir. La primera mitad, la subida es tan suave que sabes que la segunda parte, tras la valla de acceso comienza el baile con unas rampas que te quitan los malos pensamientos y muchas otras cosas.
Avanzar y a buen paso es fundamental y mucho más si madrugas y comienzas a pedalear con la salida del sol a eso de las 07.00 en agosto, sabedor que esta carretera se inundará de autobuses, microbuses, vehículos autorizados, caravanas y usuarios. De esta manera la subida y visita a los lagos será tranquila, pero a la bajada lleva cuidado con el resto de usuarios.
Prenda corta para subir y un buen chubasquero para bajar y cortar el viento y el frío.
Tomé mi gravel pero con la de carretera mejor, no obstante en época estival está prohibido tomar caminos y sendas salvo el camino que todos hacen del lago Enoll a la Ercina por el bosque.
Sin lugar a dudas, UNA GRAN MAÑANA DE BICICLETA.
Hay rutas difíciles, otras que son duras, luego las durísimas y tras todas ellas están las brutales. Son para personas brutas que por su rudeza y fuerza pueden con todo y no se amilanan ante nada.
Aquí tenemos un ejemplo de una ruta para gente bruta que quiera hacer una ruta brutal en tan solo veinte kilómetros.
El firme que de firme tiene poco, son caminos de tierra, de piedra y los tendrás cuesta arriba y cuesta abajo, algunas cuestas son tan empinadas que en combinación al canto rodado te las verás y desearás, pero bueno, cada uno hasta donde pueda pues siempre te quedará el consuelo de andar o patear como se dice en el argot.
Unas cuantas sendas con una final de las que quitarte el sombrero.
A mitad de ruta tienes un bancal en el que no pusimos un par de nosotros el pie en el suelo, ánimo y a ver si puedes.
Y al final, cervezas frias, granizados de limón y tapas varias en el bar de la piscina de las Peñas.
No apta para mierdascas, así es que si tienes lo que hay que tener y quieres presumir de haber puesto el pie tres o cuatro veces y no haber pateado, aquí tienes tu oportunidad, porque yo me se de uno que posiblemente lo pusiese tan solo un par de veces sin pateo.
Trazada tiempo atrás y con ganas de ir y realizarla cual sueño pendiente de cumplirse. Finalmente resulto placer fugaz que se deposita en el recuerdo, breve e intenso y con un toque de insatisfacción por no poder hacer más.
Dos mitades de ruta; la primera en forma de montaña, dura y agradecida por paisajes, la segunda en forma de la vía verde eterna e interminable con cuadros a los lados en forma de montañas.
Recuerdos a la hija de la gran puta de la avispa que tras morderme me perseguía como si no tuviese bastante con lo que me hizo. Maldita sea que sin hacerle nada ni asustarle fue a por mi mientras me disponía a dar cuenta de mi almuerzo. Menos mal que un poco de orina y arena dieron lugar a un buen barro reparador que me quitó parte del quemazón que la muy cabrona me dejó.
Salvo la avispa cabrona, una buena ruta para disfrutar de la bicicleta, los paisajes y los contrastes.
PD. El túnel de Reolid tiene luz.
Hacía tiempo que no marchaba a ese BIKE PARK que tenemos los de Albacete a tiro piedra en Chinchilla. Con ánimo, fuerzas y ganas de un buen almuerzo encontré la ocasión con el amigo Juan junto al cual pudimos pasar un buen rato por esas montañejas que para tanto dan y por tan poco.
Sendas por aquí y otras por allá, ganas de bajar dando guerra y siempre con la precaución del que los dolores de una caída persisten cada día más. Por ello y con experiencia, algo de inconsciencia y ganas de pasarlo bien, disfrutamos de la bicicleta.
El almuerzo, fenomenal, increibe, tremendo y a precios populares pues somos personas que presumen de un buen menú a precios imbatibles, los mejores restaurantes los dejamos para bolsillos pudientes humildes y muertos de hambre presumidos.
Sin lugar a dudas, una gran mañana de bicicleta.
Con los calores que caen en Albacete y ese viento que te quita la humedad de la boca, no entiendo como los que organizan grandes eventos marchan a Sudafrica o Marruecos teniendo Albacete. Caminos interminables llenos de polvo, sol de justicia y viento para rematarte. Pero claro, mola más decir Cape Epic Legend Sudafrica o Atlas Race Fire que "ALBACETE RACE". Yaaaa, si lo tengo asumido que es más facil decir aquello de "Albacete caga y vete" o "una vieja y un viejo van pal Albacete".
En fin, yo a lo mio que es salir a pedalear y a regar el huerto con una ruta que tiene dos tercios de asfalto y un tercio de tierra lo que la hace de gravel pero no al 100 %. Además, por estas fechas, cuanto más ligero vayas mejor, que si te atrancas en una cuesta tienes a tu lado hasta al tío del mazo, que menudas ostias te suelta el calor.
Vamos, que me ha quedao niquelá, tremenda, buenisma, incólume, pedazo de ruta que más que un trazado para la bicicleta parece un bike park. Seguro que más de uno pagaría por algo así, pero bueno, en mi caso prefiero no pagar que eso de dar dinero por montar en bicicleta no lo llevo bien.
Así es que, el que quiera pasar un buen rato aquí tiene la excusa. Eso sí, luego no hagas lo que me dijo un habichuelo el otro día en el lavadero. Le dije que era 50km y nada más decírselo.
Tarde de calor extremo y con el máximo en el termómetro, pues que uno se va a Valdeganga a realizar sendas conocidas y buscar desconocidas que terminarán en una gran ruta de esas que valen mucho la pena.
Así es que poco a poco vamos pedaleando con tranquilidad.
Lo bueno de la tarde es el bidón de agua que conserva algo más la temperatura, la bicicleta que no gruñe en su basculante tras un buen engrasado y una pequeña caida sin importancia.
Recorrido de sobra conocido con el que poder soltar piernas a buen ritmo con tranquilidad mientras cae la tarde y asoma la noche con algo de fresco.
Curiosamente no se llega al pueblo de Chinchilla que se rodea por la ruta Procomunal.
Otra a la saca, a ver si tenemos algo más de tiempo que la forma en esto de la bicicleta se pierde cuando no sales.
Una ruta que sería parte de otra más ambiciosa que finalmente finalizaría Fernando y sus cuatro magníficos llegados de Euskadi para disfrutar de las delicias serranas de nuestra provincia de Albacete.
Sin lugar a dudas, unas grandes personas con las que poder pedalear y pasar una gran mañana pues el ciclismo es mucho más de lo que parece.
Tras la dura subida al Calar, bajada a Riopar enlazando sendas rápidas y divertidas.
Ruta ideal para la bicicleta gravel con una primera parte en carretera en constante subida desde Balazote. El asfalto muy bueno y se pasa por San Pedro, Casas de Lázaro y Masegoso.
Luego se toma un desvío en forma de camino de tierra en larga recta y bajada a la laguna del Arquillo y sus alrededores siempre llena de agua.
Luego camino del Jardín por un camino roto de hace años, bien recuerdo antes lo bien que estaba y un poco de pedaleo por asfalto hasta la Miel. Almuerzo soberbio con Toni y los suyos.
Vuelta tranquilo en la vía Verde hasta Balazote.
Tranquila, kilometraje adecuado y lugares de interés para una bonita mañana de bicicleta.
Comenzamos a recorrer con tranquilidad sendas por el río Júcar, hoy comenzamos con:
SENDA 1. SUBE DEL RIO HASTA UN CRUCE DE SENDAS.
SENDA 2. SALE DE LA SENDA DE ARRIBA EN OTRO CRUCE DE SENDAS HACIA ABAJO.
Ambas se pueden hacer andando, con cuidado la número 2.
En bicicleta se puede hacer arriba y abajo la número 1, la número 2 solo abajo y además con cuidado.
Villalgordo no defrauda y es buen lugar para levantarte un domingo cualquiera y hacer sendas para divertirte y terminar con un buen almuerzo de brasas.
Pequeña ruta con la que andar por Madrid y algo de espacio verde recorriendo lugares emblemáticos y de sobra conocidos un día de lluvia intensa que hizo que este recorrido fuese la versión corta de otro de mayor distancia.
Con tranquilidad y buenos alimentos al final de la ruta en LA PAELLA con el amigo Alfonso. Hoy tocaba recorrer tramos de carretera que, aunque parezca mentira, nunca había recorrido en bicicleta y como tengo la de carretera a ello me he lanzado.
Aire de cara en la ida y todo picando arriba para luego volver como un misil por la carretera del Jardín y cerrar un recorrido tranquilo de esos que sueltas piernas y te ves bien.
Ahora a ir reenganchando poco a poco la bicicleta que últimamente la tenía un poco abandonada.
Volver a Villalpardo siempre es motivo de alegría e ilusión pues cada ruta la preparamos con mucho esfuerzo y ganas de acudir. Eso sí, no se que tendrá aquello que siempre terminamos pidiendo la hora y cansados, muy cansados.
En esta ocasión ocurrieron dos cosas: la primera fue que el trazado pasa por lugares que entre danas, tormentas y demás delicias que han destrozado algunos paso s puntuales con caídas de árboles y destrucción de tramos, y la segunda, que ese día había una carrera. De la carrera poco se supo pues no los vimos más que al pasar por el santuario y de los puntos destrozados bien dimos cuenta al estilo 50km con barro, pateos y agua.
La compañía fenomenal con Fran, Angel y Carlos de manera que tras una ruta muy dura, terminamos con unos refrescos y unas cajas de cerezas recién recogidas de los árboles.
Con todo y con eso, volveremos en breve, que algo de tajo nos quedo.
Tarde de domingo primaveral con asomo de calor calmado por la frescura de la lluvia del día anterior.
Con estómagos a plena digestión nos reunimos el triunvirato y cabaldepaleamos por caminos, carreterillas y alguna sendeja de los retazos de una tostada primavera con parada en la fuente de la Teja y en el kiosko de La Gineta al fresco de los árboles.
Llegada a Albacete para terminar con buenos refrescos y conversación en el Badil, viejo conocido para muchos y algo nuevo y muy bueno para mi, el que suele suscribir.
Ruta nacida de la experiencia y la improvisación. Albacete es tierra gravelera donde su llanura se presta al pedaleo interminable donde los kilómetros van pasando al tiempo que la tarde.
No hay prisa, todo es dejarse llevar y fijarse de vez en cuando que hay algunas zonas que más siembra de piedras que caminos parecen.
Y así vamos avanzando, acumulando kilómetros y experiencia en una ruta más, otra ruta menos, quien sabe.....
Con el amigo Carlos nos hemos dispuesto a recorrer buenas sendas y sus enlaces en un lugar tan bueno como Jalance y alrededores de Jarafuel.
Poco queda por descubrir pero aún así hemos ido a intentar ver cosas nuevas.
Refrescos finales y unas buenas bravas para finalizar UNA GRAN MAÑANA DE BICICLETA.
