domingo, 7 de abril de 2013

ENGUÍDANOS, CAÑON DEL RÍO MIRA, LAS CHORRERAS, ENGUÍDANOS

Nunca lo he dicho, pero como este es buen lugar para comentar las cosas, contaré que por las mañanas, cuando madrugamos tanto para irnos de ruta, el que suscribe está cansado, mucho más cuando el día de antes ha sido bastante movido. Tras una semana entera madrugando y la que está por venir, levantarse más temprano sin descansar las horas pertinentes implica un cansancio inicial a la ruta a lo que se añade el viaje que nos lleva a nuestro punto de partida.
Si a todo ello le sumamos el frío que nos ha hecho y pendientes unos cuantos grados bajo cero con posibilidad de barro, las expectativas no son nada esperanzadoras....
Pero de nuevo, como siempre, volvemos al rito de volvernos a ver, cargar bicicletas y subir al coche, poner la radio y hablar de esto y de lo otro. Llegar en un santiamén y sin darnos cuenta mientras atravesamos la oscuridad y prepararnos, recoger y comenzar a pedalear con frío.
Al cabo de unos kilómetros comenzamos a subir sendas, a bajar otras, a encontrar obstáculos y comenzar a ver nuevos lugares, a disfrutar, sudar y pasarlo bien, hablar de cosas y personas y recorrer un trazado que nuevamente nos sorprende tras muchos, muchísimos días de bicicleta sin que para nada sean demasiados, porque más nos queda que lo que llevamos recorrido.
La recompensa es fugaz, y el recuerdo permanente, pues nuevamente ha sido otro GRAN DÍA DE BICICLETA.

















La ruta parte desde lo más alto del pueblo de Enguídanos. Nada más salir, tendremos bajada por sus calles en dirección a los primeros caminos que nos llevarán al otro lado. Iremos soltando piernas... y a la media hora nos encontraremos la primera senda (cuesta arriba) donde tendremos que meter los riñones y rezar por que las ruedas no patinen, aún así, de vez en cuando bajaremos y pondremos pié en tierra. Luego, seguimos tomando senda en subida y encontraremos un tramo de una media hora de bicitreking-escaladabike donde con la bici a cuestas subiremos durante otra media hora hasta el primer punto más alto de la ruta.
Una vez arriba, disfrutamos del paisaje y tomamos caminos para ir disfrutando de las bajadas en dirección al Cañón del rio Mira que para el que suscribe que es nuevo por la zona, le sorprende bastante y gratamente, pues está muy bien cuidado y los paisajes son bastante bonitos. El día ha sido posterior a numerosas lluvias y no encontramos barro que nos impida seguir, por lo que es recomendable en cualquier época del año por lo que estoy viendo.
Tras el cañón, seguimos buscando más sendas y en lo más alto, bajada en pista a la aldea de la Cañada.
La aldea está en mitad de un llano tras cruzar la vía del tren y llaneamos para descansar en el antiguo apeadero del tren. Lo que viene después es un largo tramo de pistas en subida, bajada y luego subida que nos harán ir más rapido para llegar nuevamente a Enguídanos. 
Pasaremos de lejos y por la carretera asfaltada iremos rumbo a las chorreras sin casi inclinación, lo que se hará notable camino de la presa. En lo más alto comienza la segunda recompensa de la jornada con la senda que nos lleva a las vistas de las Chorreras y final en camino hasta Enguídanos.
La subida final por una cascada con fuentes de agua no es desdeñable, teniendo que bajar en unos escalones y terminar subiendo a lo más alto del pueblo donde teníamos los coches. Menos mal que junto a nuestros turismos tenemos un bar donde poder terminar saciando nuestra sed y falta de sales minerales.
La ruta es recomendable a quien no tiene reparos en bajar de su bicicleta y andar y subir cuando sea necesario, aunque a mitad de la "escalada" piense que no merece la pena, bien vale lo que nos espera.

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