Buscamos las sendas que cortan por su meridiano la montaña para subir y bajar y a veces andar. Mientras miramos por donde pasamos nuestra rueda intentamos ver lo impresionante que resulta el mar y el oasis de playas en mitad de la vorágine ladrillera.
3 comentarios:
Que buenos recuerdos, el sitio es una maravilla, supongo que habrá sido un rutón, que pena no haber podido estar con vosotros, nos vemos.
Compadre si hay una ruta queme ha fastidiado perderme es esta.
Además veo que la temperatura y el día, fue un acierto.
Ya colgarás el monte de la cenizas, que seguro estoy que le estás reservando una entrada exclusiva.
Yelow,recuerda que las sendas junto al mar son muy técnicas por la piedra y en ocasiones casi imposible. Lo compensa las grandes vistas.
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