Segunda vez que esta semana subo a la Bola del Mundo y en
esta ocasión con el buen amigo Paco que ya era hora de que hiciésemos una
ruteja juntos. La ocasión bien valía la pena y así ha sido pues no nos hemos
quedado cortos en kilometraje y menos en desnivel. Eso si, también hemos
disfrutado de la ruta, de los paisajes y de cosas tan singulares como esas
trincheras y la gran subida a la silla del Rey y sus vistas.
Fuentes tenemos por todo el recorrido y subidas hasta el
final; destaca la que nos lleva a la Bola del Mundo y la de la parte final a la
silla del Rey con final de traca pues la cuesta se empina entre el monte con
piedra suelta.
De vez en cuando podremos ver alguna cabra por aquí y por
allá y ciclistas y corredores. Eso sí, cuidado pues el trazado promete ser
transitado los fines de semana por muchas personas y por ello extremar las
precauciones a la hora de circular.
Llevar la cámara a tope de batería y la bicicleta en
condiciones pues aunque no haremos más que una senda, toda la ruta necesita de
la bicicleta en buen estado y nosotros con un nivel medio tirando a alto en
condiciones físicas.
Cuando veamos el desnivel y las altitudes más os vale guardar
para la subida a la Bola del Mundo y la subida final a la silla del Rey que
tampoco se queda corta.
Los últimos kilómetros en par señorito dejándonos caer pues
nos lo hemos ganado.
Agua tenemos en diversos puntos y por ello no debemos
preocuparnos. En verano tiene pinta de hacer calor pero pedalear al abrigo de
los pinos puede que nos quite bastante sol y calor.
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