Animado por el amigo Salva Ferri que me decía que tenía que ir al Maigmó, al Balcón de Alicante, antes de volver de mi tiempo de vacaciones, encontre el momento adecuado el penúltimo día de mi estancia.
Diseñe un recorrido que me parecía duro pero como siempre digo, lo peor que te puede suceder con la bicicleta es no poder salir.
Claro, clarísimo, clarinete era que la salida sería de la ONZA DE ORO en Xixona que abre a las 05.00 de la mañana y ese café con leche y un par de trozos de bizcocho servidos por su regente Manolo era fundamental.
Luego, pues a pedelar, primero para subir el puerto de Tibi con una buena bajada al pueblo y luego a enfocar la subida por la Melonera a las antenas y luego al Balcón de Alicante en el Maigmó.
Ya con lo anterior y con escasos kilómetros iba la mitad de los 2400 metros de desnivel, así es que sabía que el resto de la ruta sería menos dura pero animada por el calor y la humedad.
Pedaleando camino de Ibi, subida por la asfaltada que nos lleva a Banyeres o Alcoy. Desvio a la derecha tras una buena bajada y mucho más bajada a los pies de la Font Roja por una carretera en no muy buen estado pero no fatal.
Ahora a subir empinado y con curvas reviradas. El agua de la Font Roja, fresca y buena a los pies del santurario nos dará fuerzas para bajar y tomar la pequeña subida del barrano de la Batalla que enlaza con la subida a la Carrasqueta. Sin problema y a 37 grados iremos a lo más alto sabiendo que ahora viene lo mejor, la bajada.
Menos mal que la bicicleta respondía pues a marchas forzadas no enganchaban los trinquetes y a pedal libre me veía de vez en cuando, toca taller pues.
Bajada final a la Onza de Oro donde una buena cerveza sin alchol y una fanta de naranja nos acompañarán junto a unas buenas patatas fritas elaboradas en Rafor del Salem.
Sin dudarlo, una buena ruta para pasar una gran mañana de bicicleta.
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