… DE ADULTOS y de la educación que como el valor, se supone, tiene que haberla de sobra… pues en Asprona no la gastan. Resulta que soy compañero sentimental y marido ya dos décadas de una maestra, de las de verdad y de las que ya no quedan. Mi mujer es una mujer que trabaja, que se involucra en su trabajo y lo vive, que intenta comprender a niños encerrados en cuerpos de mayores a los que nadie escucha y atiende sus necesidades.
Siete años de profesora a media jornada, contratada por la Junta, pagada por la Junta (de Castilla la Mancha) y desarrollando un curso académico tras otro con alumnos con una necesidad, la educación y en este caso, de adultos.
Los inicios fueron buenos, y los últimos años, mejores, pues mi mujer era parte de un proyecto en el que se incluía la educación de adultos. Mi mujer, además de maestra, se sentía parte de una gran idea.
La crisis llega, como a todos los lugares. La Junta dice que la Educación seguirá como está, Asprona afirma que no despedirá a sus trabajadores, y mi mujer queda llorando en casa porque la Junta sigue sin publicar los programas de Educación de Adultos y Asprona, que sin contar con la Junta y sin llamar a mi mujer, la maestra, decide eliminar tanto a ella como al resto de maestras de Educación de Adultos de la provincia (algunas tienen noticia de ello mediante un SMS).
Lo triste de esta crisis es que Asprona no ha llamado a mi mujer para agradecerle su trabajo, para decirle que no le va a contratar, que lo sienten mucho, que es una pena. Mi mujer, la maestra, que se entera por terceras personas, se siente traicionada, despechada.
Pero más triste son los CUARENTA Y TRES alumnos del pasado curso, con nombre, apellidos y fotografía a los que Asprona no les ha dado la oportunidad de reunirse con su maestra o de que les informe algún jerifante de medio pelo de los que llenan mesas y despachos con aire acondicionado de esta ASOCIACIÓN SIN ÁNIMO DE LUCRO.
Responsables del Centro responden a las demandas educativas de los alumnos , “Que la Junta no concede el programa este año y que no habrá maestra”, explicación nada acorde a la decisión unilateral de esta Asociación sin ánimo de lucro de abandonar el programa de Educación de Adultos.
Nadie piensa en los alumnos de la maestra que se queda sin trabajo para que continúen sus estudios, para que alguien se acuerde que son personas, que tienen necesidades y que por mucha crisis que tengamos, LA EDUCACIÓN ES LO ÚLTIMO QUE PIERDE EL HOMBRE, Y MENOS ASPRONA, ESA ASOCIACIÓN SIN ÁNIMO DE LUCRO.
Publicado en la Tribuna. Cartas al Director. 02.10.2011