Cuando no hay cabeza suficiente son los palos los que enseñan y es así como en lo que se refiere a la alimentación se trata.
En más de una ocasión nos hemos visto en mitad de una pájara en la que la falta de alimento y de hidratación nos ha llevado a la extenuación de manera que casi como el boxeador que acaba de recibir el golpe, nos mantenemos de pie sin fuerzas, tan solo en pie, a merced de cualquier movimiento externo. Como si dentro de una caja estuviesemos, oimos a la gente a lo lejos y nuestras palabras parecen dichas desde el exterior. Llegado este punto ya no hay manera de seguir, la "pajara" nos ha alcanzado, "el tío del mazo" nos ha dado un buen golpe o incluso, "nos ha mordido la gorrina" como también se dice.
El situaciones límite hemos perdido hasta incluso la conciencia y por ello, al volver, con asistencia médica o sin ella hemos ido a casa para recuperarnos. En lo que se refiere al tiempo de normalización depende de como haya sido el desastre, la edad y la capacidad de recuperacion.
De esta manera, es fundamental comer e hidratarse cuando el cuerpo no tiene hambre ni sed, en pequeñas cantidades, a pequeños sorbos de manera que sea agradable. La ingesta depende de como sea la ruta y bajo mi punto de vista, cuanto más exigente, con más valor en azúcares y bebidas tipo isotónico. En rutas normales y tranquilas, con agua y algo de frutos secos, un bocadillejo o un café con leche y pasta vale. De la nutrición para competición no hablo porque ni compito ni se, tan solo aporto lo que he aprendido en algo más de treinta años de bicicleta.
Por lo tanto, es admisible tomar antes de salir un café con leche y tostada, un chocolate con un par de churros, pero desaconsejado el alcohol, respecto a los churros depende del ciclista, pero ya se sabe que con el chocolate llevas casi todo lo que tenías que comer consumido y la digestión puede que sea pesada. Es por ello que el estómago debe trabajar pero no en exceso y respetar las digestiones y en caso de pedalear mientas se realizan, no forzar pues vendrán problemas en distintas formas.
Comer en marcha o parando, según el ciclista pero lo suyo es parar un poco y comer, beber no es preciso pero que curioso que siempre que tomamos el bidón aparece un bache de la nada.
Y recordar que si no hemos hecho los deberes y esperamos a comer y beber cuando el cuerpo lo pida eso es tarjeta amarilla y te la estás jugando pues el deseo de comer y beber será mayor que la necesidad, no teniendo bastante con la comida o bebida, llegandonos a "empanzinar" y no procesar lo comido o bebido como ya me ha pasado alguna vez. En mi caso, prefiero tener problemas con la comida antes que con la bebida, por ello nunca debemos dar lugar a pedalear sin agua en el bidón. Cualquier oportunidad es buena para una pequeña parada.
En la próxima ocasión comentaré la alimentación e hidratación en rutas de larga distancia.