En este caso, hemos podido disfrutar de dos clásicas en 50km como son la marcha del Picazo del 2010 y la del 2011 donde rompieron la tradición y asomaron con un repertorio de sendas impresionante.
Para comenzar, salimos del pueblo por la rampa y salvo la senda de subida bajo la carretera, hacemos 16 kilómetros de caminos con piedra, tierra, polvo y piedras para dirigirnos como quien dice, al inicio de la ruta que es la senda de bajada de Alarcón. Esta senda con algunas rocas es rápida y tiene a su lado izquierdo el cañon del río Jucar y al fondo Alarcón con sus torres de Vigilancia.
Cuando llegamos al pueblo tras una subida entretenida por las murallas, recorremos uno de los cascos históricos más bonitos de nuestra región y terminamos en el Parador, visitando el patio y la cafetería donde siempre pensamos en un buen fin de semana con nuestra familia, no se porqué será....
Una vez arriba y tras unos cuantos kilómetros, atención que comienza la ruta con un ir y venir de sendas combinadas con subidas por camino de las que destaca la de bajada al río, la que está a continuación con la pendiente final, la del vallejo, la que tiene un rampón al torrente seco y luego, tras llegar a la carretera, el pedazo de senda encajada en la montaña, la subida en zetas y bajada al río, la de subida, la que corre entre pinos y la llegada final por la que discurre paralela a la carretera para terminar un gran día de bicicleta.
A buen ritmo y más aún si vas acompañado del amigo Fran, se disfruta bastante con las correspondientes paradas, pero al final tenemos la sensación de cansancio acumulado que no nos impide continuar pero hace que la ruta de 50km parezca bastante más larga de lo que resulta en la realidad.
En fin, una ruta impresionante que rematada en la tasca junto al río con una "Ramona" hace que tengas la sensación de haber disfrutado de la bicicleta como nunca, como si no hubieses visto algo como esto. Otro gran día de bicicleta.
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