Pedaleando sin caminos o sendas, por donde Dios nos encamina, haciendo de cada pedalada un paso más o un paso menos. Todo este trayecto fue sencillamente alucinante pero eso sí, desde el minuto 14:30 en adelante fue impresionante por diversos motivos; el paraje, el camino a seguir tras el guía Antonio y las sensaciones subido en la Giant de Fran.
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