La primera vez que por allí pasamos y el recorrido resulta curioso, misterioso y espectacular. El paseo es lento y tranquilo mientras disfrutamos de las imponentes rocas moldeadas por el paso del tiempo. Las curiosas formas antojan cualquier forma imaginada.
Somos los únicos que por allí se encuentran y disfrutamos como niños mientras pedaleamos sin hacer ruido entre los gigantes pétreos.
Sin dudarlo, el primer espectáculo que nos esperaba.
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