Pasa la vida y nosotros con ella, seguro que alguien lo
dijo, pero bueno, ya se sabe que en este mundo está todo dicho, lo que ocurre
es que alguno por una cosa o por otra es el padre de la idea o del invento.
Como dijo, nunca mejor dicho, como dijo Einstein, si yo no lo hubiese dicho,
otro hubiese llegado y lo habria hecho.
Pero claro, igual que ocurre con Einstein y su corta vida,
más o menos como la del resto de seres humanos, nos sucede a nosotros. La vida
de la persona es realmente insignificante para cuando se tiene mucho que hacer
y una sola vida es insuficiente. Claro
que si Einstein hubiese vivido diez veces más, su genío podría haber producido
mucho más y el avance del mundo hubiese sido tremendo. Pues así nos ocurre a nosotros, que en caso
de doblar o triplicar nuestras vidas pudiesemos disfrutar más de las cosas y con
la experiencia acumulada, sentir más y disfrutar más.
No todo es perfecto, imaginemos a personas que lo pasan mal
por enfermedades o sucesos que marcan su vida. Si la vida tuviese mayor
duración, mayor tiempo para el sufrimiento o la calamidad.
La eternidad es el sueño del ser humano y por lo visto hasta
el momento, la eternidad en condiciones pues con salud y soltura económica
junto a seres queridos, vamos a ver quien se resiste a la idea de que las cosas
sean para siempre. En otras condiciones se puede cuestionar que las cosas sean
eternas,y en otras, tan solo se tienen ganas de terminar de una vez.
La religión ofrece ideas de eternidad, en el caso de la
católica, reflejo del mundo en el que se vive se puede obtener un cielo o un
infierno sin tiempo, con placer o sufrimiento ilimitado. Eso si, como buena
religión, tras un oportuno juicio particular a la espera de otro final para todo
el mundo. En otras creencias tenemos la oportunidad de poder seguir viviendo
pero reencarnados, la religión indú nos traslada a otra vida en animales, pero
claro, con otro problema, que los parias terminan en ratas y los pudientes en
vacas sagradas.
Este mundo nos ofrece mucho pero todo depende de nuestra
suerte y esfuerzo, dos palabras que valen para ponerle nombre a lo que
queramos, pero sin duda es así. Si todo va bien, todos tenemos preparados con
el paso de la vida cosas buenas, menos buenas y malas. Algunos pueden ser más
afortunados, otros con menos fortuna.
La vida mientras tanto se nos pasa y nosotros, como es mi
caso, en lo más alto, en pleno equilibrio con lo mejor que se puede tener.
Todos mis seres queridos con salud, con fortuna para hacer casi todo lo que nos
apetezca queriendo que nada de esto cambie, que todo sea perenne, eterno. Pero
el tiempo pasa, y nosotros con el tiempo.
Vivamos mientras tanto y disfrutemos, escuchemos y
aprendamos para poder recordar que hasta que otra cosa se nos ocurra, el
recuerdo y la memoria nos hacen inmortales, en nuestra cabeza o en la de los
demás. Dejemos quien hable de nosotros y si es con cariño, pues mucho mejor.
Y para los recuerdos queda lo escrito, lo fotografiado, los
vídeos, las cartas de amor y aquello que con nuestras manos hicimos, todo lo
que los demás saben que es nuestro. No miremos atrás, sigamos viviendo y
dejando nuestra huella pues posiblemente me encuentres años despues cuando
estas palabras leas, cuando tengas la oportunidad de encontrar una fotografía
donde me puedas ver. Tienes que saber que siempre pensaba en vosotros, pues en
la distancia mantenía vivo el recuerdo.
Volveremos a vernos como siempre, pero recuerda que siempre
os quise.
1 comentario:
Joder casi lloro, así es la vida.
Solo decirte que tu ya tienes un hueco en la historia del BTT en España.
Publicar un comentario