Dice el dicho que “donde vayas de los tuyos hayas” y por
ello, Jesús que antes que yo pasó por las sendas de Valsain y Granja de San
Idelfonso me ha dejado el trabajo hecho y no he tenido más que descargar la
ruta que con nieve y frío pudo hacer y añadirle por su recomendación la subida
al refugio de Peñalara.
Como no puede ser de otra manera, este trazado que según comenta
Jesús tuvo ayuda de un buen conocedor de la zona. Pero la impronta es de sobra
conocida pues sendas hacia arriba, sendas hacia abajo, dureza y técnica no
faltan. Por lo que veo ha ido tomando sendas y más sendas y las ha podido
enlazar de tal manera que dejan un trazado único, casi inmejorable pues pocas
cosas se pueden hacer más.
Eso sí, de paisajes y naturaleza acabarás saciado, harto y
de sendas lo mismo, tus piernas no serán tuyas pues comenzarán a abandonarte
poco a poco, repecho tras repecho y eso será a medida que avanza la ruta.
El inicio es impresionante junto al embalse, luego el río
Eresma y después, saliendo de Valsain, recorridos en plena sierra, por sendas
por aca y por allá y cuando has llegado a lo más alto junto al desvío a la
silla del Rey, comenzarás a buscar la subida del refugio de Peñalara. Si bien
la senda al inicio en sus primeros metros está difícil, luego se va suavizando
para terminar en un prado donde Segovia se ve al fondo con el macizo rocoso a
la espalda, caballos sueltos y vacas y lo único que puedes hacer es sentarte,
merendar y disfrutar de algo único que podrá quedar en el recuerdo.
Fuentes tenemos al inicio pero subiendo a Peñalara nos
iremos quedando sin agua pues la temperatura no era primaveral con casi treinta
grados. Por ello he ido tomando agua de los pequeños cursos a pesar que las
vacas estaban por acá y por allá y el último curso de agua junto al Albergue,
agua fresca como recién sacada del frigorífico. El caso es que no estoy mal y
pienso que se puede beber pues viene del deshielo de lo acumulado en la montaña
y eso no puede ser nada malo.
Pasaremos por lugares con historia como las trincheras de la
Guerra Civil y haremos unos cuantos rampones de órdago. La vuelta será también
cicatera pues tendremos una completa colección de sendas limpias, otras con
piedra, otras con inclinación en demasía, zonas técnicas y complicadas y otras
donde disfrutaremos de la velocidad entre robles.
Terminaremos cansados, destrozados, pero sabiendo que hemos
podido hacer un trazado impresionante digno de volver en otra ocasión cuando
las piernas no recuerden el castigo sufrido. Gracias amigo Jesús.
2 comentarios:
Enhorabuena de nuevo por ese pedazo de recorrido. Para repetir.
Gracias a ti por haberla subido para poder disfrutarla.
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