Ahora, como todo es distinto y temporal, ahora es el momento de replantear rutas y hacer una como esta que hoy dejo por aquí. Además, he visto que desde hace tiempo hay una ruta circular y puede que esta coincida en algunos tramos con esa ruta. Tanto ir de aquí para allá y no salir por el terruño permite que en situaciones como esta se pueda disfrutar de lo cotidiano y de lo que tenemos a mano.
Lo que ocurre con esta ruta especial para las horas del deporte en tiempos de crisis es que el tiempo de hacerla es de algo más de lo que he tardado, porque en esta ocasión solo disponía de las tres horas de la tarde noche y con bastante viento. Por ello y con mucho ánimo y fuerza más el apoyo del motor, he podido llevar una media alta casi todo el recorrido salvo un par de tramos donde los aspersores me han dejado como una sopa.
Pero bueno, creo que a los que estéis interesados en hacerla porque nunca lo habéis intentado o los que la habéis hecho en parte o su mayor parte, puede que os guste y que os anime el día que es de lo que se trata.
Eso sí, como si de crónica o diario de bitácora se tratase, hoy es el día que mi culete ya no es obstáculo e incomodidad y mis talones de Aquiles ya no molestan a partir de la mitad de ruta. Esto pinta bien y es que cercano a los cincuenta años, la máquina si está mucho tiempo parada, luego le cuesta volver a funcionar.
Sin lugar a dudas, ESTA NOCHE HA SIDO UNA GRAN NOCHE DE BICICLETA.
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