Toda la vida recorriendo caminos y sendas de la sierra y ahora me doy cuenta que no lo había hecho con sus carreteras y carreterillas.
La verdad es que cirular por estas carreteras serranas con unas vistas espectaculares y buen asfalto salvo algún tramo hace que pedalear no sea lo monótono que resulta en los interminables llanos.
El almuerzo en la Atalaya donde no faltará de comer y beber.
Qué lástima de mi Wikiloc, esta aplicación para guardar y preparar nuestras rutas. Claro que existe una versión gratuíta y otra de pago y que no es mucho dinero, pero estas cosas no se hacen.....
...Tras muchos años colaborando y aportando me encuentro con reformas que van quitando opciones y que en esta última ocasión han dado lugar a que se añadan los kilómetros de las rutas guardadas en privado.
Hace ya tiempo solicité copia de los administradores de todas las rutas que tenía guardadas y hace tiempo, ya unos años que estoy esperando y nada.
Y las rutas que se suben ya se parecen a las de Strava pues son ya pocos los usuarios que realizan un buen comentario de un trazado que tenga algo nuevo que aportar, eso y nada es lo mismo. Wikiloc es como un cajón desordenado donde cuesta mucho encontrar algo a los que buscamos de verdad.
Así es que, igual que Wikiloc nació, irá muriendo lenta y paulatínamente como nosotros. En mi caso seguiré siendo fiel pues no me llama la atención lo de Strava y si me quejo es porque puedo y quiero y lo hago con fines constructivos.
Pero bueno, en los tiempos que corren de poco sirve quejarse o patalear, aunque sea con ánimo constructivo, porque cada uno hace lo que quiere.
Larga muerte a Wikiloc.
Lluvia, barro, niebla, un día de perros, pero.... que pijo, aquí cuando se sale, se sale y si cuando se sale no llueve, pues que venga lo que venga que Dios dirá.
Y claro, en esta ruta tenemos esa vía verde de la línea Baeza Utiel, carrerillas del interior de las estribaciones de la sierra de Alcaraz, carreteras en malisimo estado, ideales para el gravel, pistas de tierra, pistas de tierra con algo de asfalto líquido y alguna carreterilla más.
Pueblos... no te digo, aldeas más que pueblos y lugares por recorrer y descubrir o redescubrir que aquí ya nos conocemos y sabemos por donde vamos y venimos.
Y eso del gravel que dicen que es una moda, pues yo me apunto como a todas las modas, esa de las dobles, la de las bicicletas de 29 pulgadas que decían que no servían de nada, las electrícas, y yo que se más. Más vale disfrutar que criticar, que al final siempre seremos esclavos de nuestras palabras.
De ruta y velocidades media que no son esclavistas del que suscribe, 23 kilómetros por hora sin paradas, 17 kilómetros por hora de media con parada de churros con fritillas, almuerzo recio en el Segoviano de Alcadozo, alguna meadilla que otra, un par de fotos y yo que se que más.
La ruta es ideal para recorrer algo de naturaleza y sierra sin coger coche, muy buena para mi gravel y la monster de Fran y a la saca, con tranquilidad, que mañana vamos a Ayna a disfrutar, sufrir y lo que caiga.
SIN LUGAR A DUDAS, UNA GRAN MAÑANA DE BICICLETA.
Dos veces hemos venido de Cuenca hasta Albacete y una vez habíamos ido de Albacete a Cuenca, pues como no hay dos sin tres tampoco hay tres sin cuatro y tocaba ir.
Además, en este caso con el gran Carletes que para él suponía la primera vez que unía dos capitales de provincia en bicicleta y aunque parezca una tontería, es algo que nos gusta mucho.
Sigo... teníamos que probar como se llevan las bicicletas en AVE, pues en Media Distancia y Regionales ya las hemos llevado en las ocasiones que hemos marchado a Alicante, Valencia o Madrid.
Se necesita una bolsa y desmontar la bicicleta para ponerla donde el equipaje y punto, todo correcto, además se debe pasar por la cinta del escaner de la estación y luego al llegar a Albacete, volver a montar la bicicleta y colocar la bolsa plegada nuevamente en la mochila a la espalda. Es una bolsa ligera y facil de transportar que no ocupa casi nada poara lo que podría ser y todo correcto.
El desayuno de churros con chocolate en Albacete, el almuerzo en un pueblo Ca Dios sepa donde el panadero que pasaba le hemos comprado madalenas, cruasanes y la comida en el Mc Donals pues era lo primero que hemos visto.
Luego un paseo por el centro de Cuenca y finalmente, vuelta en 35 minutos en el AVE hasta Albacete por 14 euros, una maravilla.
Por si os interesa, lo que es la ruta pedaleando incluyendo paradas para ver la Iglesia de Villagarcia del Llano, el almuerzon con las madalenas y unas cuantas paradas para hacer fotos y echar un pis, se ha llevado siete horas y cuarto.
La comida en Cuenca, el paseo con fotos y un cafe, unas dos horas y media.
Llegar a la estación desde Cuenca que son cinco o seis kilómetros, desmontar las bicicletas, meterlas en las bolsas y esperar el tren, una hora aproximadamente.
El tren de vuelta a Albacete unos 35 minutos.
SIN LUGAR A DUDAS, UN GRAN DÍA DE BICICLETA.
Tenía que comprar algo de plantel para el huerto, no iba a dormir demasiado y estaba muy cansado de estos días previos... la ruta inicialmente proyectada era en Paterna del Madera con cuatro sendas, 50 kilómetros y 1500 metros de desnivel....
Pues que el que suscribe no mide pedaladas, alturas de sillín o pulsaciones, no tiene Strava ni está sujeto a más norma que la libertad que me permite ir donde quiero y con quien quiero si quiere y de esta manera, la ruta sería totalmente distinta.
Hacer kilómetros por pueblos y aldeas de la Manchuela y recorrer campos repletos de cepas colocadas con una perfecta simetría, asfalto en su gran mayoría y algo de caminos.
Rectas interminables y el amigo Fran moviendo desarrollo pues finalmente la tranquilidad tornaría en velocidad de crucero casi sónica y un buen almuerzo en Navas de Jorquera con tranquilidad al sol y buenos alimentos.
Final en Mahora y vuelta a casa a comenzar el día.
Segundas partes nunca fueron buenas diche el dicho pero del dicho al hecho hay mucho que ver y decir y en este caso que nos ocupa y a mi me preocupaba, la cosa estaba en el candelero.
Y mira que de una ruta de 11 kilómetros y 2600 metros terminaríamos haciendo lo que aquí se presente con más kilómetros y más desnivel y además con un tramo infernal de cuestarron de tierra del embalse del Taibilla a la carretera de Nerpio.
Hemos visto infinidad de aldeas y pueblecitos y paisajes alucinantes, la soledad de las carreterillas y la buena compañía del amigo Carletes que a lomos de su doble ha estado para medalla de oro.
En mi caso, estas rutas me encantan, mucho más que las de 40 kilómetros y 600 de desnivel que se puedan hacer cualquier día, sea en diario o fin de semana. Pero claro, estas rutas necesitan preparación, antelación y piernas descansadas y cabeza ligera de preocupaciones.
Hemos terminado cansados, reventados, hechos fosfatina, pero como hemos comentado a la vuelta, con los días haremos buenos los recuerdos y contaremos historias increibles de lo que ha vuelto a ser UN TREMENDO DÍA DE BICICLETA.
Tranquila mañana para una ruta de carretera en buena compañía.
Se trataba de no hacerla muy larga y de aprovechar la mañana para hacer un pequeño almuerzo en el Segoviano.
Saliendo desde Hellín sales con mejor tiempo y además bajando a Isso para luego hacer toda la subida hasta Alcadozo pasando por el pantano del Talave y las bajadas a Lietor, El Villarejo y Moriscote.
Un buen almuerzo en el Segoviano y todo bajada a buen ritmo hasta Hellín.
Muy entretenida y animada.
Decía Carlos al fínal de la ruta que si el trazado había sido para MIERDASCAS, ¿que a saber como sería si no era para MIERDASCAS?.
Lo que pasa es que como vamos a Cuenca muy de vez en cuando, vamos a por todas o casi todas y no pensamos en rutas tranquilas y reposadas pues para esas cosas tenemos los alrededores de Albacete. Cuenca es como esa oportunidad de poder disfrutar por un terreno que lo tiene todo.
Carreteras, caminos, sendas, trialeras y todo ello en un entorno natural impresionante. La hoz del Huecar, la del Júcar, Palomera y Molinos de Papel tienen todo y más. Sendas por aquí, sendas por allá, arriba y abajo y algunas con un encanto especial como una de la que hemos hecho hoy.
Y luego la comida final en el restaurante junto al Alcampo donde el arroz está espectacular y los segundos a elegir todo ello a precio de menú.
Cuenca es única y como dijo el sabio, cuando vas a Cuenca, repites, bien seguro.
Una buena excusa para pasar unas pocas horas pedaleando junto a Albacete sin ir muy lejos y poder disfrutar con lo que el río y sus alrededores nos ofrece.
Las sendas de Valdeganga y la línea del tren Baeza Utiel nos dejará un buen sabor de boca en una primavera que va pintando de verde el campo. Son tres los colorer; el marrón de la tierra, el azul del cielo y el verde salpicado de motas de colores por las flores que van asomando poco a poco.
Esto va por temporadas, por épocas y por ventoleras como se dice vulgarmente.
La bicicleta depende de muchas cosas y entre ellas el estado de ánimo que es el que manda, incluso más que las condiciones atmosféricas o las fuerzas que puedas tener.
Por ello y como quiera que ahora con unos días de mucho frío y viento, el río Júcar y sus alrededores se convierten en mi refugio donde poder hacer bicicleta y disfrutar al mismo tiempo.
Cierto es sabido que son ya muchos años pedaleando por estos lugares y pasando por las mismas sendas y caminos, pero es de las pocas cosas que no me aburren a pesar de poder repetir y es que hay cosas que gracias a Dios no cansan y esta es una de ellas.
Destacar un gran almuerzo en las Casas del Cerro en el bar José que ganas tenía yo de hacer una parada y vaya si ha valido la pena.
Respecto a caminos y sendas, que voy a decir de esta zona si tanto me gusta.
Buscando, buscando, encontre un tramo de carretera pintoresco desde Nerpio hasta casi Letur, le llaman la carretera de Vizcable o la que discurre junto al canal del Taibilla y ese tramo que ronronea con el canal y la montaña pintaba bien, muy bien.
Por precaución, la elección entre carretera y gravel se decantó por gravel por precaución no fuese que esa carretera de casi treinta kilómetros y algún tramo más asustase para la de carretera que fue lo que pasó en tramos como de la Fuensanta a Juan Quilez.
En el aire estaba el final por camino desde Letur a Elche de la Sierra con buenos rampones para terminar, algunos tramos con piedra suelta y por si las moscas existía un pequeño rodeo en carretera de Letur hasta Elche. Finalmente y como quiera que todavía quedaban fuerzas e ilusión, a ello me dispuse para coronar un gran día de bicicleta.
Como ya he dicho, casi todo el trazado es asfalto, y más de la mitad, ciclable con la de carretera pero para el resto, mejor gravel pienso yo.
Muchos pueblos y aldeas y mucha subida, más que bajada diría yo que las piernas a veces piensan que es más la rampa arriba que abajo. Eso sí, la gravel baja como un rayo acostumbrado a la de carretera.
Para yantar en Nerpio mejor buscar el restaurante que el bar que encontré que aunque aceptable, escaso y a precios poco populares y con un ambiente un poco rancio.
La carretera que parte del pantano del Taibilla es un autentico espectáculo en el que disfrutar de sus curvas, las vistas, los estrechos, el canal, las subidas y bajadas y lo bueno de no estar bacheada aunque con abundante piedra caida que no debemos perder de vista.
El final como he dicho, de traca para mi caso y si alguno no es amigo de rampones a piernas cargadas y piedra suelta, mejor que opte por algo más de kilómetros y asfalto del bueno. En mi caso me quedo con este final.
Y al final, prueba conseguida con la que poder disfrutar y tener buenísimos recuerdos de un grandísimo día de bicicicleta.
Ah, en el tiempo invertido se incluyen paradas para almorzar, comer, fotografías y cosicas varias y de velocidad media en estas rutas no soy amigo de correr más que cuando me apetezca no sea que al final falten fuerzas.
SIN LUGAR A DUDAS, UN TREMENDÍSIMO DÍA DE BICICLETA
Hay rutas que si personas fuesen lo tendrían bastante claro, más que cualquier tozudo o testarudo de los que pueda conocer, incluyéndome a mi mismo.
Si bien he trazado la ruta de hoy previamente en tres ocasiones, finalmente no sería la proyectada pero así son las cosas cuando te dejas llevar por el estado de ánimo, el día y las sorpresas que te da la vida como diría la canción.
La ruta son tres partes muy distintas.
La primera es de Jorquera hasta Alcalá del Júcar. Subiremos por asfalto y tras ocho kilómetros haremos pistas en un estado que irá mejorando a medida que vamos avanzando. Disfrutaremos de un trazado poco lineal que asomará de vez en cuando al inicio de barrancos ya conocidos, disfrutados y sufridos como la rambla de Ayora, la rambla de San Lorenzo y otros y terminaremos como alma que lleva el diablo a Casas del Cerro para bajar a Alcala por una bajada preciosa con la que poder disfrutar de la bicicleta y el paisaje.
La segunda parte va de Alcalá a las Eras. No es nada, pero para ello recorremos la playa del Júcar, el paseo junto al canal, la subida por las calles del pueblo con un par de errores subsanables, el castillo y su cuesta, las finales a las Eras y el almuerzo en la terraza del Cruce donde podría departir con un buen amigo que como yo, hace lo que piensa que tiene que hacer y le gusta.
Terminado el almuerzo y como queria que mi amigo llevaba bicicleta de carretera y volvería por el Júcar le acompañaría hasta Jorquera y esta tercera parte es todo carretera aunque con el paisaje, la compañía y la charla se haría tan breve como placentera.
Finalmente la subida a Jorquera y vuelta a casa a descansar, aunque poco, pues días como estos parece que no has hecho gran cosa al llegar casi como una rosa y además contento de una gran mañana de bicicleta.
Veo que Wikiloc me ha regalado 300 metros de desnivel, para compensar todo lo que me lleva quitado ultimamente.
La margen derecha del río Jucar en la parte de Valdeganga es un concentrado de sendas alucinante. Siempre las he ido haciendo en mis rutas pero nunca todas en el mismo trazado. Teniendo en cuenta que el límite será el barranco del Cañahorro, todo lo que hay desde Valdeganga hasta allí será lo que incluya la ruta. Si hay que ser sinceros me dejé una subida en pista y otra bajada en pista.
La salida es tremenda, pues subimos y bajamos sin respiro por sendas y caminos de manera que calentamos rápidamente. Luego, al terminar la maraña de sendas vamos pisteando y encontrando sendas más largas y disfrutonas tanto en subida como en bajada.
La parte final será junto al río disfrutando de lo realizado y con tranquilidad salvo una senda que tomaremos paralela al camino.
He podido hablar con una pareja de ciclistas que tranquilamente disfrutaban de esta ribera del río que tan buena y tan cerca tenemos de Albacete. El llevaba una gravel con un manillar de 30 grados que a bien seguro buscaré y colocaré a mi Terra.
Una mañana tranquila, fresca en su inicio y muy buena.
