En la vuelta, un poco me alejo de la senda para disfrutar de las vistas de Serranillos que además, con una tarde tormentosa en la que se pudo evitar la lluvia que por arriba caía, mucho mejor.
La vuelta comienza con un poco de subida y luego, un festival de bajadas y más bajadas en las que tomaremos tres sendas de las que destaca la técnica y piedra suelta de la primera y que nos harán disfrutar a los que nos gustan estos tramos. Si no se tiene soltura, mejor dejarse llevar por los caminos que nos llevarán hasta Santa Cruz del Valle, un pueblo bastante bonito por donde callejearemos.
Saliendo del pueblo, la última senda y junto a una finca con caballos saltamos una valla y bajamos a la carretera... y manta. Ahora a bajar por asfalto hasta nuestro final donde nos espera en la cafetería del camping una jarra helada de medio litro de cerveza con una buena tapa.
Agua tenemos en todo el recorrido que nos lleva hasta lo más alto en varias fuentes donde el líquido elemento parece salir del frigorífico.
Vistas y naturaleza nos rodearán por doquier con algunos tramos que miran a Extremadura, otras al puerto de Serranillos y el Pico, los pueblos del Valle y muchas otras cosas que iremos encontrando.
La califico difícil por los tramos de senda puesto que el resto del recorrido tan solo requieren un buen par de piernas en la subida y cuidado en la bajada con algunos regueros y tramos de arena.
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