Total, que esta ruta, la más corta que he hecho en bicicleta en casi toda mi vida, puede que sea una de las más especiales, porque sencillamente es espectacular.
En la salida tienes aparcamiento en la ermita de la Fuensanta que podrás disfrutar de su encanto y restaurante al finalizar.
Nada más comenzar, calientas un poco por carretera y una senda suelta y luego, a subir, a subir y a subir, por senda, por camino estrecho y por senda empinada de tal manera que la bicicleta en una de esas se rebela y me descabalga de tanta inclinación.. tela el Turbo como funciona y el agarre de las tres pulgadas.
Vistas espectaculares y con tranquilidad se va avanzando poco a poco, muy poco a poco y con ello se llega casi a la altura del Relojero para tomar una pequeña bajada en dirección senda que nos lleva a la King Kong.
Esa senda mítica y mitificada tiene razón de nombre por todo lo que representa y es. Tremendamente dura, divertida, técnica y tan buena que es algo que se tiene que hacer.
Luego la senda bonita cuesta abajo, limpia y rápida con algún paso complicadillo, un poco de pista y otra senda arcillosa que termina con un pateo de diez minutos remontando senda y luego a pedalear camino del Relojero.
Del Relojero al final, venga a bajar en tramos de senda alucinantes que nos harán terminar una ruta de esas que hacen época.
Eso sí, mejor con eléctrica.
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