La ruta tiene los primeros cinco kilómetros cuesta arriba con una primera parte junto al Trasvase del Taibilla que nos llevará a las Mil Curvas que subiremos cómodamente con alguna parada para que los niños no se cansen.
Una vez arriba a descansar y luego, comenzamos a bajar por diversas sendas terminando por un tramo del Taibilla donde veremos la maravilla de las antiguas construcciones y deberemos llevar cuidado para no resbalar en algún punto.
Terminamos nuevamente por el Trasvase para llegar a nuestro punto de partida. No tenemos agua en el recorrido por lo que debemos llevar, estamos protegidos del sol por los pinos y el calzado debe agarrar al terreno.
Andando demasiado tranquilamente con niños nos puede llevar unas tres horas y corriendo a paso normal una hora.
Eso si, el final de ruta en EL JARRO DE ORO con sus habas y buenas jarras de cerveza para ir abriendo boca.
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