El Ironman más antiguo y prestigioso del mundo, con alrededor de 2000 participantes, fue retransmitido en directo por varios canales de diferentes partes del mundo. La elección de David de correr el Iroman de Hawái, todo un clásico en este tipo de pruebas, se convirtió en el reto más duro de su carrera deportiva. La prueba tuvo lugar el 8 de octubre, una fecha señalada para el albaceteño, ya que coincidía con su cumpleaños, lo que significó un extra de motivación. Tras diez minutos suspendidos en el agua, un cañonazo dio por iniciada la competición. Como si se tratará de un banco de peces los participantes se amontonaron, sin dejar apenas espacio entre ellos, lo que supuso que varios triatletas, entre ellos David, recibieran varios golpes, que le impidieron nadar con tranquilidad, hasta pasar los Un giro de vuelta, agrupó nuevamente a los triatletas, volviendo a repetirse las escenas iniciales, llegando incluso uno de los rivales a hundir a David. Después de 1hora y 2 minutos en recorrer los Un ritmo muy alto en los primeros kilómetros, le pasaron factura, llegando al kilómetro 60 muy mermado. El cansancio acumulado, unido a unos problemas estomacales, pronosticaba que el objetivo de finalizar la competición iba a convertirse en algo más que un reto. Como si el destino quisiera que David abandonara la prueba, un nuevo obstáculo se cruzó en su camino. Esta vez fue un fuerte viento lateral que no sólo puso más difícil la subida al puerto, sino que hizo que en la bajada la gran mayoría dejara las manos en el manillar para poder mantener el equilibrio. No fue el caso de David, que arriesgo en la bajada, metiéndose en el acople. Habiendo superado todas las adversidades, emprendió los últimos kilómetros con gran optimismo, hasta que un problema técnico en la bicicleta le obliga a parar. Solucionado el problema, llegó al final con un tiempo en |
David no tiró la toalla y comenzó la maratón. Los ánimos de su familia y de su entrenador hicieron que se repusiera anímicamente, llegando incluso a remontar posiciones, pasando el ecuador de la maratón en 1 hora y 30 minutos. El calor agobiante y unos grandes repechos, hicieron mella en el albaceteño, empezando éste a notar ampollas en los pies. Con el cuerpo diciendo “basta” y la mente diciendo “sigue”, a David se le creó una batalla interna. Es en ese momento donde realmente comienza el Ironman en estado puro, donde sólo los más valientes son capaces de seguir para adelante. Sobreponiéndose a todo los problemas, David logró llegar al final, pudiendo disfrutar de los últimos metros, en los que se colgó la bandera de España para cruzar la meta, cumpliendo con el objetivo marcado, después de 9 horas 39 minutos y 7 segundos. |
1 comentario:
Hay pruebas que solo queda al alcance de unos pocos sin lugar a dudas este hombre es un león, tanto por su fortaleza fisica como mental.
Lo que si he aprendido en esto de la bici, es que a vecez las piernas no suben pero la cabeza si.
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