En esta ocasión, la limpieza de las sendas ofrece tomas en las que poder disfrutar de la velocidad e incluso algún que otro paisaje del que la distorsión del objetivo no hace más que complicar lo ya complicado.
Destaca una de las tomas más peligrosas que curiosamente ha sido en la bajada asfaltada en la que al que graba las imágenes le ha faltado pista y ha intentado hacer una trazada recta con la que terminaba en dos grandes piedras de las que buscan huesos que romper. La Diosa Fortuna ha sido benevolente con el que suscribe y ha dejado para otra ocasión tan fatal desenlace.
Se pueden ver unas cuantas tomas en las que coincidimos con unos compañeros de ruta ocasionales con los que juntos bajamos una senda a buen ritmo, un saludo.
Sigamos disfrutando de lo que más nos gusta.
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