viernes, 1 de noviembre de 2013
BAJANDO A SILES COMO ALMA QUE LLEVA EL DIABLO
Y así fue, pues el diablo llevó nuestra alma a una trampa sin salida donde tuvimos que continuar nuestro camino con un rampón de varios kilómetros y de mil demonios sin que ninguno de los tres llevásemos ninguna gota de agua en dirección de la sequedad del Calar. Menos mal que nuestra buena suerte, providencia y la gente de Siles a la que agradecemos infinítamente su ayuda y generosidad, hicieron que nuestra ruta tuviese ese punto de aventura que nunca le falta a LA SERRANA.
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