RUTÓN de la mano del amigo Ronal en el Jardín, como está mandado y como se tiene que hacer año tras año, mejorando como el buen vino.
Por eso, nos hemos despertado y abierto los bares como es costumbre por donde vamos. Con una buena torta de manteca y un cafetico con leche caliente, nos hemos ido reuniendo y preparando la salida.
El recorrido, simplemente espectacular y como de costumbre, a buen ritmo, con gran ambiente y unos compañeros de excepcion como Ronal, Fran, Alfonso, Ramón y el que suscribe.
El grupo está resultando compacto y eso se nota y agradece en las rutas pues vamos en todo momento juntos tanto en subidas como en bajadas, ramblas y sendas sin tener que esperar y desesperar y eso es algo que se agradece a todos; a los fuertes por esperar y a los compañeros que se han puesto las pilas por el esfuerzo que han llevado y llevan para estar a la altura.
De esta manera no tenemos nada que se nos resista y podemos hacer un recorrido duro físicamente y complicado técnicamente en algunos tramos, llegando a casi imposibles para terminar a buena hora y alrededor de unas cervezas y refrescos con los que poder cerrar una gran mañana y preparar la semana que se avecina.
Otra vez que volvemos, un año más para hacer un gran recorrido de la
mano del amigo Ronal por sus dominios.
Lo que más me gusta de la zona es que casi todos la conocemos de la Vía
Verde pero gracias a tener amigos como Ronal, podremos descubrir lo
grande que es el monte y las posibilidades que nos ofrece a los que nos
gusta la bicicleta de montaña.
En esta ocasión se depuran anteriores trazados y se deja un recorrido
casi perfecto donde poder exprimir nuestras bicicletas, fuerzas y
técnica.
Tendremos muchas subidas empinadas, relativamente cortas, pero con gran
pendiente que nos harán sudar tinta china.
Bajadas rápidas por pista y sendas en las que se nos hará casi
insignificante el respiro que buscamos.
Un par de ramblas de la que destaca la primera con todos los
ingredientes que nos ofrece este terreno.
Monte a través en un par de ocasiones y además cuesta abajo con piedras
generosas que buscan nuestros huesos para probar su dureza.
Paisajes con el Almenara y sus sierras a lo lejos, tras los molinos de
viento.
Mesetas llenas de guijarros, pinos y sembrados y otros lugares de la
zona.
En fin, otro elenco de lugares por descubrir.
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