Hoy no hemos hecho un rutón ni
grandes sendas, tampoco hemos descubierto nuevos lugares ni se nos ha
cruzado un ciervo, un jabali o un leon. Hoy no hemos ido muy lejos en
busca de grandes lugares e impresionantes paisajes. Tampoco hemos
almorzado hasta reventar con grandes y buenas viandas regadas con
tremendos caldos.
No nos hemos caido de la bicicleta, ninguno ha pinchado ni se ha roto nada. No hemos visto barro ni descubierto oro.
Hoy ha sido un gran día de bicicleta donde un par de amigos se han tomado el café con leche y la magdalena junto a la lumbre y luego, con buen ánimo y ritmo, han pedaleado ligeros mientras hablanban de esto y lo otro.
Mañana será un gran día y entonces haremos lo de costumbre; que será hacer un rutón con un gran café previo, un gran almuerzo, grandes sendas y pedazo de ramblas con cerveza final y buenos aperitivos, pero eso será mañana.
No se... en ocasiones pienso que cualquier cosa vale en esta vida para poder pasar un buen rato, que somos afortunados por lo que tenemos, por poco o nada que sea.
Mañana será un gran día y entonces haremos lo de costumbre; que será hacer un rutón con un gran café previo, un gran almuerzo, grandes sendas y pedazo de ramblas con cerveza final y buenos aperitivos, pero eso será mañana.
No se... en ocasiones pienso que cualquier cosa vale en esta vida para poder pasar un buen rato, que somos afortunados por lo que tenemos, por poco o nada que sea.
Parece mentira pero esta ruta ha salido redonda; rápida y con casi
cincuenta kilómetros sin salir de los montes que de las Peñas de San
Pedro bajan en dirección a los Anguijes.
Podremos pedalear durante todo el camino y no salir de los montes donde
podremos ver encinas, pinos, tomillos y romeros más una cantidad
impresionante de molinos de viento.
Las subidas no tienen gran pendiente salvo un par de casos puntuales y
con las bajadas sucede lo mismo salvo un par con piedra suelta.
Al contrario de lo que pensabamos hemos tenido que bajar de las
bicicletas en tan sólo una ocasión y ha sido en un tramo de unos diez
metros de piedra por si las moscas.
Hemos encontrado una rambla con rodadas y ciclable, un final bastante
bueno con una senda de bajada y otra de subida empinada y técnica, un
tramo de cien metros de sembrado por donde se puede pasar pedaleando y
una rampa tremenda que baja de los pinos en la parte final donde con
cuidado y técnica se puede bajar.
En fin, un trazado ideal para conocer una zona desconocida por donde
todos pasan y donde el track, a pesar de rondar monte arriba y monte
abajo, ha salido perfecto pues no se cruza en ningún momento.
Hoy no hemos hecho un rutón ni grandes sendas, tampoco hemos descubierto nuevos lugares ni se nos ha cruzado un ciervo, un jabali o un leon. Hoy no hemos ido muy lejos en busca de grandes lugares y e impresionantes paisajes. Tampoco hemos almorzado hasta reventar con grandes y buenas viandas regadas con tremendos caldos.
No nos hemos caido de la bicicleta, ninguno ha pinchado ni se ha roto nada. No hemos visto barro.
Hoy ha sido un gran día de bicicleta donde un par de amigos han pedaleado en una gran mañana de bicicleta.
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