En esta ocasión hemos hecho lo de siempre que es hacer tiradas largas pero la hemos mezclado con un trayecto de Rutadura cicatero que en algún momento nos ha hecho dudar del éxito de nuestra aventura.
Eso sí, los primeros 80 kilómetros para no olvidar, han sido 80 kilómetros de esos que siempre ha soñado uno, con viento huracano empujando nuestra espalda mientras pedaleamos hasta no poder más avanzando por carriles y pistas, veredas.
Pero todo termina y llegados al valle de Ayora, festejo de subidones, rampones, piedras, rocas y rompepiernas, tramos con buenos matorrales de esos que te dejan marcado y la duda de llegar a tiempo para recoger el tren.
Pero Dios aprieta pero no ahoga y con unos kilómetros finales épicos hemos llegado a tiempo de un buen menú en Xativa en un lugar que bien conocía el amigo Fran, con postre y café como los señores. El castillo como dice el dicho y como Fran lo había visto antes, lo dejamos para otro dia.
Esperando el tren quedamos y con buen ambiente recordando los mejores momentos del día y otros pasados hemos dado hasta una cabezada.
A la llegada a la estación, calurosa bienvenida de Ronal que nos ha invitado a merendar, que más se puede pedir...
Se ha echado de menos al resto de 50km en especial al amigo Nacho que bien se le hubiese gustado hacer una de estas. Saludos a todos.
La vida nos vuelve a sonreir en otro gran día de bicicleta que recordar.
Ya está hecha la primera ruta larga de esta temporada para ir preparando
los 400 kilómetros en 24 horas.
La ruta se plantea sencilla en su primer tramo, el que va de Albacete a
Teresa de Cofrentes. Aquí rodaremos por el carril bici asfaltado hasta
pasar Tinajeros. Desde allí tomamos pistas para llegar hasta Casas de
Juan Nuñez.
De Casas de Juan Nuñez vamos a Villavaliente que pasaremos en cuesta
abajo y luego tomaremos una gran vereda que por el valle nos llevará
hasta Casas de Juan Gil.
Tomamos un poco de carretera y buscamos un camino entre pinos, ahora
carretera y manta durante unos cuantos kilómetros hasta pasar el desvio a
la Cueva de Don Juan. Por una pista asfaltada en curvas cerradas
bajamos el valle de los pueblos de Ayora y llegamos entre huertas a
Teresa de Cofrentes.
Ahora comienza lo bueno pues tras ochenta kilómetros de pedaleo sin
cuestas tomaremos rampones para subir a lo alto del valle y luego
caminos empedrados y sinuosos para sumergirnos en cañones que impasible
mira el Caroche.
Vamos recorriendo y bajando con cuidado para luego comenzar otra subida
que en lo más alto y tras pasar los 100 kilómetros nos ofrecerá
impresionantes vistas.
Bajada rápida en pista y buscamos el tramo más bello del recorrido junto
a un río con todo lleno de naturaleza, los rincones y estampas son
impresionantes.
Pero todo no termina, ahora tenemos por delante tres o cuatro rampones y
largos que nos harán dudar si llegaremos a tiempo de recoger el tren de
vuelta. Destacar un camino casi escondido que con las piernas llenas de
kilómetros nos hará plantearnos del éxito de nuestra aventura.
Todo pasa y tras llegar a lo más alto nos encontramos con una carretera
asfaltada que nos llevará en rápida bajada a tomar un camino de una
riera donde podremos pedalear un poco mas cuesta abajo.
La parte final será una carretera y tras ello, caminos entre naranjos,
mandarinos y olivos con las vistas de Xativa al fondo. Iremos llegando
por las calles de la zona nueva y buscaremos el tren Regional que nos
traerá de vuelta hasta Albacete.
El tren de las 15,55 admite bicicletas igual que el que dos horas
después pasa, no sea que no lleguemos a tiempo.
Esta ruta es la primera que hacemos con muchos kilómetros pero con un
desnivel positivo realizado a base de cuestarrones y terreno complicado
que perjudicará nuestro rodar.
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