sábado, 13 de septiembre de 2014

AYNA. SENDA EL GRIEGO. FUENTE LA PARRA. DOS SENDAS ROYO ODREA. SENDA CÁRCAVOS. PONTARRÓN. SENDA ALBARDA. VUELTA

"50km, los mejores", nunca supe la razón de esta expresión que tan bien sonaba pero la verdad es que ser un 50km o sentirse un 50km es algo único que nos lleva donde todo termina y que nos hace sentirnos únicos, diferentes y mucho más de lo que pudiesemos ser. Este gran lugar de aquí y de allá donde los bichos raros se dan cita en cada salida con ansias renovadas de pasarlo bien y de hacer de cada ruta una pequeña obra de arte.

En esta ocasión volvemos nuevamente a nuestra pequeña Suiza manchega donde nos espera una buena mañana cargada de sendas. Buscaremos tramos sencillos, otros complicados y otros casi imposibles, por lo tanto, enemigos de lo difícil, dejar esta ruta para mejor ocasión.
Eso sí, que tendrá este deporte que cuanto peor… mejor y aquí se cumple nuevamente la máxima.
camino correspondiente llegamos a la Dehesa de Ayna.
De la Dehesa al Griego un corto tramo de carretera y unas cuantas rampas que nos harán dudar si ya estamos en el meollo de la ruta, cosa muy alejada de la realidad.
Bajada rápida a la aldea y la senda más larga del día, sencilla y asequible en su primera parte hasta la fuente  de la Parra. A partir de aquí hasta Royo Odrea la cosa se irá complicando hasta límites insospechados, teniendo que lidiar tras el tramo más bonito del día con una senda cargada de piedras y sustos.
Ahora, de Royo Odrea a lo alto, senda en subida donde jugar con la técnica y la fuerza más un poco de bicitreking en su parte final. Esto me recuerda a un conocido que decía que mis rutas siempre tenían bicitreking cuando lo que ocurría es que su escasa pericia, ánimo y fuerza le hacía siempre bajar en los sitios complicados, justo donde se comienza a disfrutar. Pero en este caso, por mucho que se quiera, se tiene que andar un poco.
Ahora, un poco de pista y la senda de los Cárcavos donde los amantes de la bicicleta de montaña en su estado puro tenemos un lugar donde sentirnos como en casa; una senda con un poco de todo, naturaleza y balcones al río Mundo.
Llegados a los Cárcavos almorzamos y si se tercia, tomamos algún higo y subimos al Pontarrón por la carretera que nos espera la gran bajada de la Albarda. La bajada en senda no tiene nombre y da colofón a una gran mañana de bicicleta con la que poder rematar el gusanillo senderil.
La parte final hasta Ayna la haremos por carretera pues soltaremos piernas que la mañana será larga.
En fin, otra ruta de esas que con un poco de coche y sin alejarnos mucho de Albacete tendremos la diversión asegurada.










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