Mira que ya puedo decir que estas rutas no me sorprenden como al inicio, pero en esta ocasión no las tenía todas conmigo.
El día anterior marché al Benicadell y pudimos hacer un rutón de 42 kilómetros y 1500 metros de desnivel con pateos incluidos. La recuperación venía justa para que en menos de 24 horas, a las 06.00 de la mañana pedalease con el amigo Carlos para llegar antes de que el tren de las 17.30 volviese a Albacete.
Es cierto que teníamos un par de horas de sobra pero esas horas se guardan para almorzar, comer, hacer fotografías de lo que nos gusten y algún que otro imprevisto que gracías a Dios no llegaría.
Carlos en carretera se defiende muy bien y yo no tengo esa alegría y soltura, soy tipo gasógeno. A pesar de ello, Carlos me comenta que sin contar paradas conseguimos una media de 27.9 km/h que para mi eso es mucho. Pero estos datos para mi carecen de importancia porque lo que tengo son muchas horas por delante para disfrutar de un gran día de bicicleta.
Curioso lo de la temperatura pues salimos de noche a 7 grados y llegamos a Valencia con 30 grados.
Nos sucedieron cosas curiosas pero la que más fue conocer a un viajero suizo que desde su país bajo por Francia, la costa española para luego cruzar la peninsula y llegar hasta Lisboa. Tremendo y digno de elogio.
Los lugares por donde se pasa son múltiples y enumerar los pueblos es algo que llevaría demasiado tiempo y se puede mirar tranquílamente en el track.
Eso sí, indico los lugares por donde se pasa:
El carril bici de Valdeganga donde no hay tráfico de coches.
La ribera del Júcar con un cañón único y lugares preciosos donde en diario no abunda el tráfico.
El tramo de las Eras hasta Cofrentes con rectas interminables y una bajada alucinante y con poco tráfico.
La subida de Cofrentes de varios kilómetros hasta el cruce de dos Aguas.
El tramo de Dos Aguas con Venta Gaeta para almorzar, este tramo es precioso y tambien con poco tráfico.
El subidón de dos Aguas que nos deja finos para el final.
Tras la subida, bajadas continuas y cada vez más tráfico cruzando pueblos para llegar a la Albufera.
Los campos de la Albufera y la laguna y sus vistas.
El tramo de carretera con tráfico hasta la entrada a Valencia por carril bici y las correspondientes fotos en la Ciudad de las Artes.
Y todo ello con la buena compañía de Carlos con el que se puede ir al fin del mundo en un GRANDÍSIMO DÍA DE BICICLETA.