Y con un viento a la vuelta de escándalo, aunque el almuerzo en las Mariquillas con su "cafetico" y chupillo "Guailabel" ha servido para abrir poros, dilatar bronquios y diluir la sangre en una vuelta en la que he buscado el abrigo de Ronal. Eso sí, nos ha faltado el chuletón de Contador, a ver si me entero donde los venden, pues con chuletones así, que tiemble la ruta más dura. Ronal va a más, a ver si mañana Christian y Alfonso lo cansan un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario