En esta ocasión, los cuatro magníficos que hemos tenido la ocasión de disfrutar de una gran mañana de bicicleta, con sus cinco grados positivos para comenzar, el cielo limpio y lleno de luz, hemos podido poner una guinda final con un gran almuerzo en el lugar de siempre a riesgo de haber podido equivocarnos.
Aquí tenemos al maestro Chamán, educando a la sangre de su sangre en el arte de subir rampones.
Por mucho frío que pueda hacer, ver salir el sol es siempre motivo de alegría.
Por aquí viene otro que no tiene miedo a nada ni a nadie, por aquí viene otro Chamán.
Ahora sí que me doy cuenta, el amigo Jesús estrenaba gafas nuevas, y además de esas "que cambian"
Menos mal que de vez en cuando, un poco de camino para estirar piernas
Y la noble ciudad de Almansa presente en todo momento, con su vigilante castillo
2 comentarios:
Bonita ruta por las imágenes, un saludo!
Ha sido todo un placer rodar con vosotros y pasar una mañana amena y entretenida, a ver si nos vemos otro dia con menos "incidentes",jejeje.Ya sabeis donde estamos, un saludo
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