Por eso, tras una buena nevada toca vestirse de colores llamativos, taparse todo lo que uno pueda y pedalear sobre la nieve recién caída, que el primer día tras una nevada con el cielo descubierto es un regalo y lo que debemos hacer es disfrutar.
Saquemos lo mejor de nosotros y con ese niño que aguarda estos momentos y que todos llevamos dentro, que salga y que juegue, que disfrute y que lo pase bien. Que se canse todo lo que pueda y que vuelva al recuerdo hasta la próxima vez. Lastima que no estén con nosotros los que más queremos y por ello, sentimos doble sentimiento de alegría y recuerdo, que esto no es más que una mezcla agridulce... ya volveremos a estar juntos como siempre.
Ahora sigamos siendo lo que somos, lo que tenemos que ser y lo que seremos si todo va como tiene que ir, que el día ha pasado y nosotros con él. Todo terminó... hasta mañana que será a bien seguro, otro gran día.
Un saludo a todos los que recuerdo y quiero.
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