Por ello y como reencuentro, la cosa estaba clara; una ruta cargada de sendas, escaleras, trialeras, monte, campo a través, ramblas y otras lindezas más un buen café previo y ese pedazo de bocata de lomo, queso, tomate y mahonesa con su cervecita, con charla, chascarrillo, café y chupito en el Emporium.
El cuñado Sergio, Carlos, Ronal y el que suscribe han podido subir, trepar incluso con las bicicletas y bajar como autenticos demonios por cualquier lugar y eso ha sido una ruta en condiciones.
La terminación con un almuerzo como en los viejos tiempos, que esas cosas se tienen que hacer de vez en cuando, no sea que cuando me haga viejo y vaya y venga a Chinchilla, Valdeganga y similares no sepa por donde ir, que comer o que hacer.
Saludos a todos los que como esta mañana me habeis comentado que haceis nuestras rutas y nos seguis en wikiloc, el blog y facebook pues esas cosas dan bastante alegría.
Nos vemos en los caminos.
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