jueves, 8 de agosto de 2013

LA MUERTE DE LA PALABRA Y LA INVASIÓN ZOMBIE.

Hace tiempo que no escribo cartas,  tanto que ni recuerdo mi última misiva, ni su contenido ni el destinatario. Nadie me escribe, tampoco tengo a quien hacerlo, ya ni recuerdo el domicilio de mi familia y amigos.
Últimamente me asaltan los errores de ortografía y no se reconocerlos, intento evitarlos con sinónimos, aún así, las palabras similares o parecidas han desaparecido de mi memoria, incluso desconozco el significado de muchas palabras.
Mis estanterías están llenas de DVD´s, fotografías y recuerdos. Los libros desaparecieron y no se donde terminaron. No tengo intención de leer nada que me ocupe más de unos minutos, tan sólo pensarlo me desanima.
Ya no soy capaz de expresar mis sentimentos, tengo que recurrir a dibujos estandarizados que todos utilizan para decir que estoy contento, preocupado o asustado.
Estoy días enteros sin recibir llamadas y no tengo ganas de hablar con nadie, les mando un mensaje y si es corto mucho mejor, pues los mensajes largos me cansan y si me los envían, me aburren. Los números de teléfono ya no están en mi cabeza, están en la agenda del móvil.
Me rodean los grupos de Fesibuk, del guasá y Tuiter, constantemente me llegan notificaciones de mis "amigos", si es mi cumpleaños dicen que "les gusta" y si escribo que estoy enfermo, también "les gusta".
Vivo sólo con mi familia rodeado de "caminantes" con teléfonos móviles en mano y auriculares, pendientes del próximo mensaje y cansados de escuchar a los demás.
El mundo que conocí esta desapareciendo y los que como yo quedan estamos cada vez más solos, dicen que unos quedaron anclados en el pasado, que otros no se han unido a las nuevas tecnologías, de otros ni se sabe... menos mal que algunos han sido rastreados y encontrados en la "red" para revivir y recordar tiempos pasados que ya no volverán.
Disfruto el presente y no me preocupa más que la felicidad de los que me rodean, miro el paisaje con mis ojos y siento y comparto con los que más me quieren. El resto del mundo sigue adelante con mayores y pequeños atrapados en una inmensa red invisible... Me resisto, pero al final dormiré y mi mente será ocupada por los programas y las redes sociales... Será vaciada y formaré parte del todo, dejaré de ser lo que siempre fui.. Seguiré viviendo hasta que llegue el momento, hasta que sea uno más.


2 comentarios:

Vicente dijo...

Me gusta como escribes. Se nota que don Juan hizo buen trabajo jejeje.

50KM dijo...

Gracias. A buen seguro recordarás un mural a la espalda de clase de Don Juan con un dibujo de Quevedo y su más famosa poesía, quizás sea la mejor de nuestra literatura.
Pues bien, si lo recuerdas, todo eso lo hizo el que suscribe en un par de días y por lo visto, quedó colgado unos cuantos años.
Un saludo y entrena que ya voy teniendo mono.