El buen vino es como 50km, con el tiempo mejora y bastante. Por eso, cada día que subimos la bicicleta al coche para pasar un gran día, lo hacemos con más ilusiones que la primera vez.
En esta ocasión
tocaba ir a nuestro rincón otoñal e invernal de Benidorm. Cuatro aventureros, pues esta palabra define a quien de ruta
vaya con 50km, Fran, Ignacio, Juan y el que suscribe, dispuestos a cualquier
cosa, eso es nuestra esencia. La ruta se puede describir y contar hasta la
saciedad, pero para quien sabe de que va la cosa se describe rápido; sendas
junto al mar, alto de Tagarina, Contador, Pouet y sendas más trialeras en
dirección Benidorm. Todo esto en algo menos de noventa kilómetros y algo más de
2.500 metros de desnivel acumulado….
Y claro, el resultado es el que solemos encontrar en días
como estos. Bicicleta, buenos amigos con los que poder pedalear y compartir
buenos momentos y grandes e impresionantes paisajes con el mar como telón de
fondo.
Días como estos son los que se dejan en el rincón de la
reserva del recuerdo, los que nos hacen sentir y disfrutar la bicicleta y el
cuerpo magullado y las piernas agotadas. Ahora que escribo estoy cansado, para
que decir otra cosa, cansado y feliz de tan gran día de bicicleta.
Nos quedan las fotografías como reflejo de lo que fuimos y
vivimos. El resto a vuestra disposición en la galería.
Ayer, a buen seguro fue UN GRAN DÍA DE BICICLETA.
1 comentario:
Madrugón, ruta maratoniana y cuatro horas de coche. No me sorprende que estuvieras cansado al escribir el comentario de la ruta (envidiable tu fuerza de voluntad y dedicación.)
Para mí fue gratificante conocer muchos lugares imponentes y por los que no había pasado, multitud de vistas sobrecogedoras y descubrir la exuberante vegetación impropia de esas latitudes; y todo a pesar de que la falta de previsión con el agua pasara factura. Yo hubo un momento que reservaba los últimos tragos y tenía la boca como un estropajo. Menos mal que la lluvia nos refrescó y en el lugar más insospechado encontramos un nacimiento que hizo revivir al compañero Juan.
El ritmo pausado de la ruta me hizo disfrutar más aun del paisaje. Da lo mismo si vienen trialeras imposibles o "bicitrecking"; hay que saber disfrutar de cada momento y todo tiene su encanto.
Pues sí, otro gran día de bici...... y amigos.
Ignacio
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