Son escasos los días de la primavera y el otoño en nuestra
Mancha, y mucho más los que son ideales para la bicicleta con tardes de sol sin
viento, el calor justo y el cielo salteado de nubes.
Ayer fue una de esas tardes en las que poder disfrutar de
nuestros paisajes únicos pues sin ser verdes ni montañosos, el llano nos deja
estampas inolvidables de una tierra que nunca podremos olvidar donde quiera que
vayamos.
Las montañas, pequeñas y alargadas se observan a lo lejos,
las Peñas de San Pedro, Chinchilla, el río Jucar o Albacete que no es tan
grande como parece.
Somos de Albacete, somos manchegos y eso es algo único.... ¿O no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario