Señores, os presento a mi nueva flaca dispuesta a devorar kilómetros y kilómetros de asfalto en compañía de buenos amigos. Quien me iba a decir que volvería tras veinte años y además con ilusión. No por ello se dejará la burra, por lo que iré alternando y guardando mi Trek 8500 para rutas de montaña de las buenas y las salidas de mucho kilometraje las guardaré para mi nueva montura y si es posible, bien acompañado.
En definitiva, cadencia y pedaleo con la flaca para mejorar la montaña pues me falta alegría en el pedaleo y montaña para tomar potencia que de eso ya me sobra. Cierto es que mi vitrina esta vacia de copas y medallas, pero que mejor premio que poder seguir saliendo con la bicicleta y buena compañía. LA VIDA NOS SONRIE.
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