Puedes preguntar por cualquiera, que te digan lo que fueron, lo que son y que esperas de ellos. Son caballeros a lomos de frías monturas que recorren caminos, sendas y carreteras en busca de nuevas aventuras. Con sus épicos periplos descubren lugares donde el ser humano se conoce por la esencia, y todo sigue siendo puro. Mientras tanto, disfrutan de todo lo que ven y sienten, la percepción pasa de proceso a sentimiento.
Necesitan poco para ser felices pues ya lo son por naturaleza y si todos juntos recorren los caminos, nada les puede parar. Infatigables al desaliento, inconscientes ante el decaimiento de sus cuerpos y luchadores, ante todo, luchadores a los que los obstáculos no son más que historias que contar.
Ruta que considero imprescindible de hacer si tienes una bicicleta de carretera, vives en Albacete y la compaginas con la bicicleta de montaña. Pasar por todos los lugares por donde discurre la ruta la hace ser menos dura de lo que parece, aún a pesar de ello se abre boca con el Pontarrón, se pasa al primer plato con la subida al puerto del Pardal por Molinicos y se termina el repaso con el puerto de Crucetillas y de postre la subida final tras Bogarra. Tiene algunos tramos de bajada que son una auténtica delicia. Que aproveche.
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