Comenzamos despacio el día estaba frío y no podíamos permitirnos el lujo de ir a tope, por ello asomaron en la mesa tomates partios y aceitunas, unas tapejas de forro y las correspondientes bebidas para ir engrasando las cadenas.
Poco a poco fuimos animándonos y subimos el ritmo de la ruta con chusmarros y suelas de jamón rodeados de acompañamientos en forma de patatas y huevos de la casa.
Al final, soltamos piernas con trifásicos quemados y otras esquisiteces con las que poder recuperar el glucógeno perdido.
Lo mejor, fue la charleta que llevabamos y tratamos temas trascendentales como los estatutos del club de 50km, las equipaciones, el carné y otros temas de interés.
Un saludo a todos los chamanes del mundo.
Aquí tenemos a la pandilla al completo dentro de un coche que nunca habíamos visto.
Bueno, y lo que faltaba pal duro, aquí tenemos a Jesús que.... Sabe conducir... el pájaro se lo tenía callado.Y como no, tal y como nos tiene acostumbrados con sus famosas muecas llegando o saliendo de la posada.
Y como no, quedar para trabajar no quedaremos, pero para comer, quedamos lo que haga falta.
Anda que luego dicen que los pueblos están vacios... Claro, si es que la gente está en los bares...
3 comentarios:
Si señor, pedazo de ruton, menudas subidas y que bajadas, y para terminar unas buenas trialeras. Rutas como éstas no se hacen todos los días.
Lo primero y principal, ir a misa y almorzar, y si corre mucha prisa, almorzar y no ir a misa.
mañana descomunal, seguro que desgastamos unas 2500 calorias,"en nuestros pensamientos"
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