jueves, 7 de febrero de 2013

CHINCHILLA

La bicicleta de montaña es un modo de disfrutar el tiempo libre donde podemos llegar a conocernos y con ello, poder comprender nuestro mundo. Es una manera de entender la vida, de disfrutar de nuestro esfuerzo y saborear las recompensas que vamos encontrando. Pedalear nos lleva hasta lo más lejano que podamos alcanzar sin más límite que nosotros mismos, sin más atadura que lo que más queremos. La vida son caminos que recorrer, que elegir, y en ocasiones son caminos sin final, sin vuelta atrás, no teniendo más remedio que continuar hasta que volvamos a encontrar nuestro destino. La parada nos sirve para tomar fuerzas, descansar nuestras piernas y pensar por donde seguir. Nos queda mucho que recorrer, tanto que ni con cien de nuestras vidas podríamos disfrutar del mundo que nos rodea. Somos pequeños, limitados y por ello, nuestros sueños nos llevan a lo más lejano, a lo desconocido, donde queremos encontrar algo nuevo que nos ayude a mantener la ilusión. Sigamos pedaleando señores hasta donde nos lleven nuestras fuerzas, que todo es comenzar al tiempo que terminar.

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