¡Pero que bien nos hemos pasado y que pedazo de ruta hemos podido hacer¡. Si es que no podía ser de otra manera, poder juntarnos Fran, JT, Jesús y el que suscribe y pedalear todos juntos subiendo y bajando montañas, sendas, trialeras, pasando por nuevos lugares y haciendo lo que más nos gusta, bicicleta, naturaleza y buen rollo a base de chistes, bromas y riéndonos hasta de nuestras sombras. Si además digo que hemos terminado con una gran comida, pues poco queda que comentar.
La verdad es que somos personas afortunadas, con bastante suerte y por ello a todos os digo que cosas como estas se deben disfrutar todo lo que se pueda, pues las cosas pueden cambiar cualquier día y a bien seguro nos acordaremos de jornadas como éstas.
Igualmente digo que somos privilegiados porque tenemos personas que nos quieren y nos esperan en casa y a los que recordamos y tenemos presentes en nuestras charlas a lo largo de todas las horas que pasamos subidos en las bicicletas. Va por todos los que más queremos.
Finalmente, recordar a todos nuestros amigos de pedaladas a los que también echamos de menos y de los que bien sabeis que estaís en nuestras charlas, para recordar buenos momentos y hacer todo tipo de bromas, pues sabeis como las gastamos en 50km... Vamos, que no se libra ni "La Popotito".
Va por ustedes....
Nos quedaba por visitar el Berro y hacer un par de sendas nuevas y con esa excusa, hemos vuelto a Sierra Espuña y claro, el resultado ha sido otro gran día de bicicleta.
En este caso, la ruta, en caso de poder describirla en pocas palabras, es como una canción que comienza tranquila y lentamente para terminar siendo algo rápido, frenetico y casi sin control.
A ver la razón de lo que digo... Salimos por el Canal al contrario de como lo hacemos de costumbre y lo recorremos para luego dejarlo y tomar asfaltada en dirección El Berro, será en subida tranquila y con poca pendiente con bajada al pueblo y vistas en panorámica.
Llegados al pueblo, salimos por asfaltada que dejaremos para tomar un camino que llegados a un cortijo al cabo de 15 kilómetros, nos hará pensar que la ruta "está comenzando". Sin lugar a dudas, así será, pues el camino se inclina y buscamos un barranco que seguiremos y nos introduciremos en las entrañas de Sierra Espuña con la Vega a nuestras espaldas y la antena en lo alto de la gran montaña en la delantera.
En lo más alto, tendremos espectaculares vistas con el verde tapiz, casas ilídicas y agua por doquier que nos llevarán a Fuente Blanca, único punto de abastecimiento de agua potable de la ruta, y por este lugar, poca falta nos hará si la salida se ha hecho tempranera.
Luego, otro subidón camino del Barranco de Leiva y en lo más alto, rapidísima bajada en pista para llegar a una senda que terminando en torrentera nos llevará hasta el Berro.
En el Berro, comenzamos de nuevo la subida y comienza el segundo tramo de la ruta compuesto casi exclusivamente de sendas con un tramo de asfalto y luego desvío con camino y a buscar casa Leiva, Fuente Bermeja, la bajada de la toma de Agua y alguna trialera suelta.
La parte final de los últimos kilómetros será para los más atrevidos, debiendo recurrir en algún punto a descabalgar nuestras monturas puesto que nuestra integridad puede correr riesgo a no ser de poseer buena bicicleta, técnica y escaso miedo a roturas y fracturas.
Llegada tras sendas y más sendas, toboganes, trialeras y otras viandas al estilo al Trasvase y raudos a nuestros coches para tomar un menú que reponga nuestras fuerzas en cualquiera de los bares próximos al Parque como el Jarro de Oro donde nos sentiremos como en casa. Recordar que si en cualquier ruta pasamos por la Perdiz, no dejar de probar su paella e increibles postres más otras grandes delicias como sus carnes con la buena atención de sus regentes, dueños y cocineras que son la misma cosa.
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