Por ello comenzamos como señores, paseando con la bicicleta
junto a la playa del Campello viendo amanecer, cosa que será mejor cuando tras
un poco de asfalto que no viene mal, subamos la Bestia Negra para ir soltando
las fibras musculares.
En lo alto vamos a afrontar la bajada con cuidado por
aquello de no tener problemas nada más comenzar y nos veremos junto a la
entrada del Far West y tras ello, con el arreon en subida que poco a poco nos
irá llevando con el inigualable olor del vertedero camino de la Casa del
Espino. Desde allí tomaremos una senda en bajada al río que será complicada y
por ello llevaremos cuidado y bajaremos cuando la cosa no esté clara que nos
queda ruta por disfrutar.
Por el río andaremos en su senda con la bicicleta y lo
cruzaremos para subir hasta arriba nada más pasar al otro lado y recomendación
de perro viejo, no dar lugar a descabalgar en la subida pues volver a iniciar
la marcha es una mezcla de malabarismo y suerte.
Arriba giramos a la izquierda para tomar caminos a la
espalda de las antenas pero llegando a las casas de los depósitos de agua
tenemos dos opciones; la primera y más sencilla es girar a la derecha y bajar
por el barranco en dirección carretera y la segunda y más acertada a los que
nos da todo igual que supone subir un poco más y luego bajar en camino con un
par de trialeras y luego ascender a la casa de Xixi. Esta subida tiene dos tramos,
el primero en camino con bastante rampa ciclable y el segundo en senda y
atraviesamonte con un poco de tramos con pedaleo hasta lo más alto.
Arriba tomamos resuello y disfrutamos de las vistas, ahora
toca bajar por el barranco y antes de la carretera girar a la derecha y
comenzar a enlazar caminos para afrontar la subida a Aguas de Bussot, pueblo al
que entraremos por la zona asfaltada de la urbanización dando un pequeño rodeo
para reponer agua, que la humedad y el esfuerzo terminan con los bidones de agua.
Subimos al preventorio y tomamos el camino del paseo pero en
cuanto podamos hacemos una pequeña subida para tomar un abandonado canal aquí
denominado Sequia y por el interior de su estrecho cauce pedalear con tremenda
curiosidad hasta el final de las zetas.
Ahora un poco de senda, camino y buscamos senda en bajada,
limpia y ciclable que justo antes de su finalización enlazaremos con otra senda
que haremos en subida en su totalidad subidas en la bicicleta pues será posible
con esfuerzo y cuidado no bajar de la bicicleta.
Ahora seguimos camino de Bussot y tendremos doble
posibilidad, seguir recto hasta la carretera que enlaza Bussot y hacerla en
bajada hasta el cruce de Aguas o hacer lo que me dijo el instinto y que no
recomiendo, bajar en un tramo de senda que finalmente será bicitreking que pasa
junto al extinto manantial del Cantal y termina en la carretera.
El final será sencillo, carretera y manta hasta el Campello
buscando amigos de bajada con los que poder pedalear hasta la saciedad en el
descenso y buscar o dar abrigo a tumba abierta. La verdad es que en este plan
se pasa el tramo como un suspiro, pero bueno, todo termina.
Llevar agua como de costumbre, afrontar los tramos
complicados con fuerza y técnica y bajarse cuando la razón y nobleza obliguen
que no está el horno para bollos.
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