Resulta curioso tanta arena acumulada en forma de dunas en
un lugar donde las antiguas fotografías nos muestran un faro rodeado de mar y
agua encharcada donde los lugareños recogían lo necesario para su ganado,
cultivos de tomateras, “lo que da la tierra” aquí podríamos decir.
La vorágine turística tambien llegó y ahora se cultivan
hoteles y centros comerciales, al menos se respeta la playa, la zona de las
dunas y la pequeña reserva acuática.
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