Teníamos veinte años recién cumplidos, ilusión y ganas de vivir no faltaban. Nuestras equipaciones lo mismo servían para un partido de fútbol, baloncesto o un día de bicicleta. Con nuestras monturas íbamos a la Pulgosa, a los Pinares y al río. No teníamos más horario que la vuelta a casa sin problemas, sin dinero y con ganas de volver a salir.
Terminaba de trabajar con mi primer Jefe, dueño del bar Arquival, Juan Pedro, que venía de ser padre de un niño llamado Víctor al que fuí a ver en su nacimiento y me dejó tomar su madre, Manoli. He tenido muchos otros jefes, incluso he sido jefe, pero como Juan Pedro pocos.
Ese día marchábamos con las mochilas de hierros atadas a nuestras bicicletas camino de Tarifa con los mapas que regalaba el periodico de la Verdad, con algo de dinero que habíamos ahorrado trabajando y con mucha, demasiada inconsciencia.
Ese día, fue el primer día de la mejor ruta de nuestras vidas, un camino de once jornadas en el que atravesaríamos sierras, pueblos, ciudades y llegaríamos por primera vez al mar en las playas de Almuñecar, con las manos pegajosas de la humedad.
La fotografía habla sola, lo dice todo, incluso mucho más de lo que yo pueda escribir. Ese día, Chemín y yo, eramos grandes.
6 comentarios:
en esa epoca no estaba la tecnologia del GPS , con los mapas haciais los trayectos a mano ,
le enseñado la publicacion a mi padre y la foto , se a puesto contento
Creo que lo mas importante es la ilusión con que se hacían este tipo de cosas y el reto personal que suponían, poniéndose a prueba uno mismo, a la vez de ese sentimiento de libertad que se guro supuso para vosotros. Hoy en día cuesta conseguir emociones de ese caldado, pero lo verdaderamente importante es que nunca deje de apetecernos hacer este tipo de cosas.
¿ Sabes lo que de verdad me gustaría que un día hiciéramos juntos ? " El camino de santiago "
Eso si supone un reto verdaderamente emocionáte de esos que te dejan la noche de antes sin dormir. No se, quizás algún día.
Un amigo.
Paco, si Dios quiere, el Camino de Santiago se hará, pero hay otros caminos que incluso son mejores. Quizás algún día.
Víctor, tienes un gran padre, dale un saludo de mi parte.
vale se los dare de tu parte
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