Tanto el amanecer como el atardecer y el inicio de la noche nos dejan estampas imborrables que son difícilmente captables por la fotografía. Todo ello es mucho más que una imagen... ese frescor tras el bochorno, el aire fresco que se levanta y el lento borrado de las imágenes de lo que nos rodea. La bicicleta es una excusa.
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