Llevo ya unas cuantas rutas por Cercedilla y de vez en cuando voy repitiendo sendas, pero en cada una que hago suelo ir a buscar nuevos lugares. En ocasiones, la recompensa es tremenda y esta es una de ellas con unos paisajes de ensueño y unas sendas hechas para soñar y disfrutar o tener pesadillas y sufrir, según ciclista y circunstancias.
Me llamó la atención el Pino de la Cadena y su historia y los paisajes de la Pradera de los Siete Picos.
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