Es una de esas rutas en las que sabes que no puedes tener prisa pero debes llevar buenas piernas y técnica puesto que te esperan senderos y trialeras de todo tipo, cuesta arriba y cuesta abajo y lo que es poner el pie en tierra se hará en un tramo de trialera cuesta arriba en el kilómetros 18 durante unos díez minutos y en la última senda de bajada de Abantos al Escorial puntualmente en varias ocasiones si no eres un fiera de la técnica.
Si la ruta es dura y sacrificada, tambien lo será el disfrute de sendas y las vistas que en todo momento iremos disfrutando. Los montes toledanos, las sierras de Avila, el monasterio de San Lorenzo del Escorial y la gran ciudad de Madrid nos observan a lo largo de nuestro recorrido.
Que curiosa que es la vida.. me dicen hace unos años que haría una ruta de estas y que me encantaría y no me lo creía.
Lo dicho, con fuerza y técnica se disfruta, en otro caso mejor no intentarlo puesto de puede que no lo pasemos tan bien.
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